La Xunta espera que el Gobierno «por fin ratifique su compromiso real con la alta velocidad Vigo-Oporto » en la cumbre hispano-lusa del próximo viernes en Viana do Castelo. Lo reiteró este domingo la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, en línea con lo dicho la víspera por el presidente de la Xunta en el país vecino. Desde Vila Real, Alfonso Rueda también demandaba compromisos con esta infraestructura, que calificó de «fundamental» para el Eje Atlántico, « más allá de promesas ». Así, instaba al Ejecutivo de Pedro Sánchez a pronunciarse claramente a favor de esta infraestructura. La conselleira, en Radio Galega, apeló a «plasmar» ese compromiso, en el que España va a la zaga de Portugal, con una «planificación concreta»; con obras, inversiones y cronograma. En la Xunta, en todo caso, impera el escepticismo. Especialmente vistas las afirmaciones «contradictorias» de los últimos días entre la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y su secretaria de Estado, Isabel Pardo de Vera, que ofrecieron fechas muy alejadas (2040 y antes de 2030) al respecto. «Esperamos certezas y hechos, no es constante improvisación», censuró Vázquez, quien tildó de «insignificantes» las partidas para la salida sur de Vigo en los Presupuestos Generales del Estado. «Faltan el 99% de las inversiones», criticó. En las cuentas, abundó, hay «ausencias importantísimas» y «olvidos flagrantes». Similar malestar con la variante del AVE por Cerdedo, con «ausencias nítidas»; 225.000 euros consignados para 2023 cuando la inversión necesaria es de 3.000 millones: «Eso lo dice todo, más claro, agua». Y otro tanto con el desplome, hace ya cinco meses, del viaducto de O Castro en la A-6, a la espera de que el Gobierno divulgue su informe sobre las causas, en principio, el 15 de noviembre. «El balance en infraestructuras entre los años 22 y 23 por parte del Gobierno de España nos sale, en vez de sumar, restar ; tenemos una menos, porque estamos con una menos», sentenció. Una obra de «tal calado», que precisará al menos de dos años, exige una partida «específica» en los PGE que no existe, de lo cual deduce la Xunta que «le importa muy poco al Gobierno la reconstrucción del viaducto», porque « cuando alguien olvida algo, es porque le importa bien poco »; «cero transparencia y cero importancia». En San Caetano tienen claro que se prioriza el Corredor Mediterráneo: «Importan más otras comunidades y otras infraestructuras» .