Page, al margen de «la guerra, la demagogia y el desmadre fiscal»
Los impuestos, o más bien su posible bajada, se han instalado en el centro del debate político en un contexto de inflación desbocada (el último dato situaba la media nacional en el 10,5 por ciento) y, sobre todo, en un otoño preelectoral . Tanto a nivel nacional como regional, la oposición del PP ha hecho bandera de la rebaja de la presión fiscal y con ella pretende presionar a Pedro Sánchez en el Gobierno y a Emiliano García-Page en la Junta de Castilla-La Mancha para que den un volantazo a sus planes económicos. Y, de momento, nones. Con las vecinas comunidades autónomas de Andalucía y Madrid anunciando ahorros para los contribuyentes, Page reclama al Gobierno de Sánchez que ponga orden en lo que califica de «guerra, demagogia y desmadre fiscal». ¿Cómo? Pues aprobando un proyecto de armonización en algunos impuestos que «no deben llevar nunca al enfrentamiento» entre los territorios. Las autonomías «se han inventado para hacer más fácil los servicios a la gente y para acercar España, su democracia y sus servicios públicos a la ciudadanía». «Ni se ha inventado la autonomía para que algunos quieran romper España ni se ha inventado tampoco para la demagogia fiscal», dijo. Page presumió, además, de que en Castilla-La Mancha hay un «clima social de entendimiento» con empresarios y sindicatos, proponiendo al Gobierno que empiece a plantear una reflexión «para ordenar un debate que no puede llevarnos a trocear la riqueza del país ni a hacer más difícil en las gestiones a los empresarios». «Esto es un absurdo en un país de 45 millones de habitantes en medio de una comunidad económica europea que busca la unidad europea en todos los sentidos. No tiene lógica ninguna», añadió.