Debutó, toreó y triunfó Molina en Villaseca ante una gran novillada de Cebada Gago
No se puede esperar mejor comienzo para una feria de novilladas, y más aún cuando el triunfo cae en manos de un paisano. Jorge Molina se presentó hace años en el 'Alfarero de Plata' casi debutante de luces y se llevó el trofeo. Este domingo emuló lo mismo, pero en el 'Alfarero de Oro': debutó, toreo y triunfó por todo lo alto. Una cosa que deben tener los novilleros es actitud, y lo que este domingo se vio en el novillero de Torrijos es mucha para poder llegar a ser alguien importante en el mundo del toro. Los serios novillos de la ganadería de Cebada Gago imponían a los chavales, pero Molina estuvo firme y estoico; no dudo en tirar de su primer astado con los pies clavados en la arena. Los tendidos de Villaseca rugieron cuando Jorge Molina empezó a tirar por bajo una y otra vez del burraco novillo, que obedecía a las telas del novillero. Dos sustos que levantaron los pies del chaval del suelo hizo que el respetable se metiera más aún en la faena. Estocada tras pinchazo y gran petición de oreja que fue correspondida por el palco. Tenía la puerta grande medio abierta y en su segundo novillo salió con la mente clara del fin que quería conseguir. Dejó al colorado quinto casi sin pasar por el piquero, molestando a cierta parte de los tendidos. Pero quien tenía en su mano el triunfo así lo quiso, y acertó; el novillo que adolecía de falta de fuerzas fue reponiéndose, siempre de la mano del novillero de Torrijos. Fue una faena muy bien estructurada por ambos pitones , llevando siempre al astado a la altura que requería y con un temple y una cadencia en sus muñecas prodigiosas. Esta vez sí que acertó en la suerte suprema y el astado rodó sin puntilla. Clamorosa petición de orejas que el presidente concedió en dupla, paseando emocionado y contento el novillero en su debut y presentación en el 'Alfarero de Oro'. Abrió plaza Juan José Villa, 'Villita', que estuvo precavido ante un novillo soso y que le costaba tomar los engaños. Dio la cara el novillero de Manzaneque en su primer astado, justificando de manera correcta su primera faena. Al cuarto lo toreo bien de capa y hizo crear esperanzas en el público de que una gran faena podía salir de las muñecas del novillero. Puso ganas, entrega y cierta firmeza en el intento de estructurar una faena compacta, que nunca llegó y dejó solamente detalles sueltos. Su paso por Villaseca no será de los más recordados por la afición, pese a la calidad que siempre atesoran las manos de Villita'. Tampoco fue la tarde de Miguel Zazo en Villaseca, donde repetía paseíllo tras su destacada actuación el año pasado. El novillero de Las Ventas con Peña Aguilera sorteó en primer lugar un animal de gran calidad y nobleza que a la postre fue ovacionado en el arrastre. Su trasteo fundamental tuvo momentos destacados con dos tandas aclamadas por los tendidos, pero que se quedaron sin la continuidad que merecía el gran novillo de Cebada Gago, que le puso en bandeja un triunfo importante. Estocada en lo alto y petición de oreja que no fue correspondida por el palco. El que cerró plaza no le dejó confiarse con el capote que al son de la «Jota Sagreña» solo manifestó su comedido recibo capotero. Con la pañosa en la mano quiso llevar con firmeza y seriedad al animal, pero faltó acople entre novillo y novillero. Acabó con celeridad su tarde y recibió palmas del respetable al doblar su enemigo. Buena tarde en brega y banderillas de las cuadrillas, saludando tras parear Ángel Otero y Jesús Alonso, 'Chule'. La plaza registró una gran entrada de público, más de 3/4, con muchos aficionados de las localidades de los novilleros y los habituales de todos los años en los tendidos villasecanos. Entre las personas, destacadas se pudo ver al nuevo párroco de la localidad, Manuel Gonzalez Domínguez, que hacía su debut como titular de Villaseca en las gradas del coso de 'La Sagra'.