Los controles de Barajas solo detectaron el 5% de los casos importados de coronavirus

La Comunidad de Madrid teme que el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas sea un coladero de entrada del coronavirus. Desde que los aviones volvieran a arrancar sus motores, la región ha detectado 77 casos importados, que se han incrementado en las últimas semanas. Y los controles en el aeródromo establecidos por el Gobierno de Pedro Sánchez solo han identificado 4 de ellos. «El aumento de casos es exponencial», aseguró ayer en rueda de prensa el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. De los 77 positivos que han aterrizado en la región, 25 corresponden al mes de junio y 43 a julio, «casi un 61 por ciento más», en palabras de Ruiz Escudero. «Lo que es más llamativo, en solo en dos días hemos detectado 13 casos nuevos», añadió. Ayer mismo se canceló un vuelo con destino a México tras registrarse un caso positivo en un miembro de la tripulación, que requirió su ingreso en el Hospital Gregorio Marañón, según indicó el viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19, Antonio Zapatero, en la misma rueda de prensa. Los controles «insuficientes» en Barajas preocupan al Ejecutivo regional desde que la Terminal 4 recibiera a los primeros viajeros, el pasado 22 de junio. «El Gobierno solo ha detectado 4 de los casos totales, esto indica que estos controles no están funcionando», afirmó Ruiz Escudero. Las declaraciones del consejero se produjeron unas horas después de su reunión con el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Una cita que la Comunidad venía reclamando desde hace semanas, precisamente para abordar el incremento de los casos importados. De hecho, el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, llegó a tildar de «broma» el plan de seguridad de Barajas. Pese a que el número dos siempre había descartado imponer el uso obligatorio de mascarillas, esta semana abrió la mano a implantar dicha medida por la situación del aeropuerto. «Si el Gobierno de España sigue siendo irresponsable y no aumenta los controles en Barajas habrá que ampliar el uso de las mascarillas», dijo. Así, una vez más, el Gobierno madrileño solicitó ayer al Ejecutivo central que se realicen pruebas PCR en origen 48 horas antes de que los viajeros suban al avión con destino a Madrid. Los test se llevarían a cabo en los países «con alta incidencia» de casos de Covid-19, donde se rellenaría un formulario con el certificado del resultado negativo, y la región apoyaría la «reciprocidad» con estas naciones. Un control simple El protocolo implantado en Barajas por el Ministerio de Sanidad es sencillo y consta de tres barreras. En el primer paso, los pasajeros, una vez desembarcados, deben entregar la documentación con los datos de su localización en España y si han pasado o no la enfermedad. Después, los viajeros atraviesan un control de temperatura, con termómetros de infrarrojos y cámaras térmicas, además de una inspección visual. El Hospital Gregorio Marañón es el centro de referencia para los recién llegados contagiados y el Hotel Gran Ayre Colón el designado para el alojamiento de turistas con síntomas, que sean contactos o que precisen aislamiento. La reunión que mantuvieron ayer la Comunidad y el Gobierno central no fue en vano. El Ministerio de Sanidad propuso un convenio entre las dos Direcciones Generales de Salud Pública (autonómica y estatal) para intercambiar los datos de los viajeros que van a residir en Madrid y facilitar su seguimiento. «Es un primer paso, pero necesitamos medidas más concretas, más firmes y más rápidas», opinó después del encuentro Ruiz Escudero. «Está en juego evitar nuevos contagios y Madrid no puede estar sola en este control», zanjó.