La cárcel de Brieva propone el tercer grado para Urdangarin, pero Prisiones tiene la última palabra

La Junta de Tratamiento de la cárcel de Brieva (Ávila), ha propuesto que Iñaki Urdangarin comience a disfrutar ya del tercer grado penitenciario, según ha podido saber ABC de fuentes de absoluta solvencia. Sin embargo, esa postura del centro penitenciario abulense debe ser ratificada o no en los próximos días por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. Las fuentes consultadas por ABC precisan que lo más probable es que Prisiones no acceda a la petición de la prisión, por un motivo fundamental: el yerno del Rey aún no ha cumplido la mitad de la pena que le fue impuesta por el Tribunal Supremo, aunque se reconoce que no se trata de un requisito imprescindible para acceder a la semilibertad. A cambio, según ha sabido ABC, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias estudia que se le aplique el artículo 100.2 del régimen penitenciario, del tal modo que podrá continuar con su labor de voluntariado en el Hogar de Don Orione, salir a trabajar si tiene posibilidad de ello y disfrutar de un par de fines de semana al mes de permiso, además de los que le corresponden por su clasificación en segundo grado. Precisamente el juez de Vigilancia Penitenciaria ya le concedió ese régimen de vida, aunque luego fue revocado por el tribunal de la Audiencia de Palma que lo juzgó. La decisión de Prisiones, que muy probablemente será consultada con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, corregiría la adoptada el psado día 3 por la Junta de Tratamiento de Brieva. Esa junta propuso a la Secretaría General que el interno fuese clasificado ya en tercer grado teniendo en cuenta su comportamiento ejemplar, tanto en su estancia en prisión como en los permisos de salida que ha disfrutado; la nula posibilidad de reincidencia o fuga y el hecho de que desde un principio hiciera frente a la responsabilidad civil derivada de los delitos por los que fue condenado. La Junta de Tratamiento de la cércel estuvo muy dividida a la hora de hacer su propuesta, hasta el punto de que la votación quedó en un ajustadísimo 4-3 a favor de la concesión del tercer grado. No obstante, todo quedaba a expensas de lo que dijera Prisiones, que es probable que decida en los próximos días. La principal razón para que Interior deniegue el pase a tercer grado de Urdangarin, como ya se ha señalado, es que el yerno del Rey aún no ha cumplido la mital de la pena que le fue impuesta por el Tribunal Supremo por sus actividades en el Instituto Nóos, de cinco años y diez meses. Ingresó en la cárcel en junio de 2018. Conceder en esas circunstancias la semilibertad del recluso podría ser interpretado como un trato de favor, según algunas fuentes, algo de lo que Interior ha intentado huir desde el primer momento. Las circunstancias actuales, en las que la figura de Don Juan Carlos está sometida a un enorme desgaste, tampoco hacen aconsejable un movimiento en este sentido, aunque Urdangarin, como ya se ha señalado, reúne los requisitos exigidos para disfrutar del tercer grado. En este sentido su relación de parentesco con la Familia Real juega en su contra. No obstante, todas las fuentes consultadas consideran que a finales de año, o como muy tarde a principios del que viene, Iñaki Urdangarin habrá progresado de grado y disfrutará del régimen abierto. Para entonces ya no habrá ni un solo argumento para mantenerlo en segundo grado. Hasta este momento Iñaki Urdangarin ha disfrutado de tres permisos penitenciarios.