Paco Ureña rompe con Garzón después que su propio apoderado no le contratase en El Puerto

Nada más anunciarse ayer el cartel del Puerto de Santa María, se rumió lo que acaba de confirmarse: Paco Ureña ha roto su relación de apoderamiento con José María Garzón, el empresario del citado coso, donde el murciano no figura. Ureña ha hecho lo que tenía que hacer, por dignidad y por amor propio. La historia es la siguiente: su nuevo apoderado, empresario de la plaza del Puerto, anuncia su primer cartel de la llamada «nueva normalidad». Y en esa combinación, con vitola, no hay noticias de Ureña. Los nombres que aparecen son los de Enrique Ponce, Morante de la Puebla y Pablo Aguado. Cierto es que estos dos últimos, después de la «no» Feria de Abril y la «no» temporada son muy probablemente los dos más esperados en El Puerto, y que Ponce, que va camino de liderar el escalafón del año Covid, reapareció allí en 2019, indultando un toro tras la lesión de su rodilla catastrófica. Pero, ¿y qué pasa con Paco Ureña, máximo triunfador de 2019? Si su propio apoderado no le anuncia en su plaza, ¿qué iba a exigir luego? Ureña, dueño de los máximos éxitos la última temporada, con hitos como sus cuatro orejas en Bilbao, ha hecho lo que debía: romper con Garzón. El orgullo torero y el respeto a uno mismo también son eso. Cierto es que solo se anuncia una corrida y que, como se rumorea, quién sabe si alguno de los componentes no les terminaría de cuadrar la presencia de Ureña, por la cosa de vitola y el 140 aniversario del coso, pero si a uno no le defiende quien le representa, ¿quién lo va a hacer?