La «nueva normalidad» en la Audiencia de Toledo: el gran ensayo será un juicio con jurado a primeros de septiembre

El personal de limpieza que trabaja en la Audiencia Provincial de Toledo se afanaba este miércoles en dejar como los chorros del oro la sala noble de vistas. El objetivo es cumplir al máximo las medidas sanitarias establecidas debido a la crisis por el coronavirus. «Lo que se celebre, que se celebre con garantías», decía a ABC el presidente de la institución, Juan Ramón Brigidano. Probablemente, el suelo de madera de esa enorme sala, donde la Sección Primera celebra sus vistas, nunca ha brillado tanto como ahora. Pero, al final, ninguno de los dos juicios señalados para este miércoles se ha celebrado. Uno era de drogas y otro, de lesiones. Y ambos han acabado en un acuerdo de conformidad de la Fiscalía con los acusados. Así, además de evitar el riesgo de contagio, también se ha diblado la ocasión de pasar una jornada acalorada dentro de la sala, cuyo artesonado es bellísimo. Estos días, un grupo de operarios está retirando la enorme máquina de aire acondicionado que no funcionaba, por lo que la temperatura en la sala, azotada por el sol hasta bien entrada la mañana, es elevadísima durante el estío. Las dos secciones de la Audiencia han acordado celebrar los juicios en la sala noble ya que el espacio de la otra, muchísimo más pequeña, no permite mantener el distancimiento físico. Así, un día estará reservada para la Sección Primera y otro, para la Segunda. Y los días sueltos la sala quedará para otros asuntos, como las ratificaciones de prisiones, por ejemplo. Se ha decidido señalar cuatro juicios por semana, dos por sección, con lo que ha habido una selección previa con un denominador común: que sean asuntos sin muchas acusaciones ni defensas para que congregue a poca gente. Así ha sucedido con los dos previstos para esta mañana -apenas una decena de personas en cada vista-, aunque no se han celebrado finalmente porque ha habido un acuerdo en ambos. Se ha hecho de esa manera para «comprobar cómo funcionan las medidas establecidas», aunque ha habido ensayos con medios telemáticos para que algunas de las partes no acudan a un juicio. Pero solo han sido eso, pruebas. «Hay que tener una cierta presencia en la sala con medidas de seguridad», subraya Brigidano. Los sillones de la sala noble que ocupan los magistrados del tribunal, este miércoles - ABC Realmente, en la Audiencia de Toledo no se celebraban juicios en julio, pero los magistrados que no están de vacaciones han cedido señalarlos empujados por el parón del estado de alarma. Lo primero que han hecho los jueces ha sido establecer distancia temporal entre los dos juicios señalados para cada jornada. «No ponerlos muy juntos para evitar las aglomeraciones en la entrada y, si uno va a ser largo, no fijar otro después para el mismo día», explica el presidente de la Audiencia. «El último testigo de un juicio no debe coincidir con el primero del siguiente», es la máxima que los magistrados se han marcado. Y por eso ha habido una selección de asuntos sin excesiva complejidad, «a los efectos de evitar la presencia de muchas partes y muchos testigos», recalca Brigidano. Pero el «gran problema», dice el magistrado, «vendrá en septiembre». «Es otro mundo», añade. Aunque se había previsto celebrarlo a finales de julio, finalmente el lunes 7 de septiembre comenzará la repetición del juicio por el asesinato de Cristina Martín, la «mujer de cristal» que murió en Mora (Toledo) a manos de su marido, José Rafael García Santana, quien confesó el atroz crimen. La familia de Cristina, que pide la prisión permanente revisable para el único acusado, espera que el juicio no se retrase y que haya una sentencia antes del 24 de octubre. Ese día se cumplirán los dos años de José Rafael en prisión provisional. Si para entonces el fallo no estuviera dictado, el asesino confeso de la «mujer de cristal» sadría a la calle. Por eso la familia está intranquila, temerosa porque haya cualquier imprevisto. La Audiencia está estudiando ya cómo mantener el distanciamiento físico de los miembros del jurado (nueve más dos suplentes). «Es muy probable que ocupen parte de los asientos para el público. Y también podría haber mamparas, aunque no está claro aún», cuenta Brigidano. «Pero, ¿cuántas mamparas serás necesarias?», se pregunta de manera retórica. Con todo, el fin es «evitar riesgos sanitarios», insiste el presidente de la Audiencia, que tiene muy presente las protestas de abogados en vistas celebradas en juzgados de Toledo, donde han pedido la suspensión por no cumplir las medidas sanitarias exigibles. Por eso, en la Audiencia habrá también otras precauciones complementarias, «la logística de los juicios» como las llama Brigidano, como la desinfección o poner una especie de capucha a los micrófonos para garantizar aún más la seguridad sanitaria. Y, por supuesto, el suelo de la sala noble de la Audiencia de Toledo relucirá más que nunca porque, entre juicio y juicio, será desinfectará a conciencia, con lo que estará más limpio que una patena.