Violencia que violenta a legisladores
?Qu? decir, y que no sea una simpleza ni un clich? m?s en materia de (in)seguridad p?blica en M?xico?
?Qu? argumentar a favor o en contra cuando este a?o se destinan 315 mil millones de pesos como presupuesto en un tema inabarcable e interminable?
Del debate entre diputados y senadores, no deja de sorprenderme el lenguaje que utilizan para vestir su rechazo o aceptaci?n a las propuestas que hacen unos y otros en un punto que nos tiene, como pa?s, casi de rodillas y viviendo a diario el dolor, la impotencia, el coraje, la desdicha y tristeza que causa la violencia generalizada que padecemos.
De manera muy personal, sean de los partidos pol?ticos que sean, a los legisladores se les olvida hurgar en la historia para tener un punto de partido para dise?ar alguna estrategia que aminore este flagelo que tormentoso, que tanto cuesta y tanto sufrimiento causa.
?La inseguridad p?blica que nos abruma no tuvo un origen? Por sus caracter?sticas, ?se debe adjudicar al llamado crimen organizado y su infinidad de grupos, c?lulas, carteles?
?O todo es responsabilidad del gobierno federal? ?Y los estados y municipios? ?Y los polic?as municipales y estatales? ?Qu? hacen? ?Qui?nes son polic?as? ?C?mo son capacitados?
?Son profesionales? ?D?nde y qui?nes los adiestran? ?De qu? han servido las academias e institutos que los capacitan? ?Es insuficiente el dinero destinado a ?combatir la inseguridad?? ?De qu? han servido esas millonadas si cada d?a estamos peor? Los reportes oficiales en el tema nunca informan de la realidad, sus porcentajes de baja en delitos son maquillados.
De otra forma no estar?amos como estamos.
Vemos, escuchamos y leemos s?lo eufemismos, vaguedades, frases ambiguas, un lenguaje in?til porque in?til es lo hasta ahora hecho.
La inseguridad que nos arrastra empieza en cada uno, en la casa, en la familia, en la calle, en la v?a p?blica, en el diario vivir de personas de cualquier edad, clase social y posici?n econ?mica.
La violencia manda en nuestra vida. Y es, inevitablemente, parte de una vida orillada a la violencia desde el discurso, desde las infructuosas y mal llamadas pol?ticas p?blicas, de estrategias de manipulaci?n y demagogia pol?tica y medi?tica.
Lo cierto es que la violencia e inseguridad tuvieron un origen y ?ste, como muchos males de M?xico, radica en la corrupci?n. El sistema que nos gobierna, d?gase partidocracia, es el primer responsable.
Un sistema corrupto y corruptor, abus?n, altanero, que ha provocado una monumental deuda social que sobrepasa el d?a a d?a.
Mientras, las y los diputados y senadores, campeones de la ret?rica hueca se empe?an en vencer a los de enfrente, cierran los ojos para no ver ni aceptar que ese su sistema pol?tico es el verdadero gestor de los peores males que ti?en de sangre y enlutan a la poblaci?n.
Legislaturas insensibles a la terca realidad. Diputados y senadores que nos endilgan una carga financiera para combatir una inseguridad y una violencia que, subrayo, el mismo sistema institucionalizado cre? por su lucro pol?tico.
?Y si ese dinero se canaliza a construir m?s planteles educativos, centros culturales, bibliotecas, ?reas deportivas y brindar al menos m?s y mejores opciones de bienestar social en vez de llevarnos a la vor?gine de la violencia?
Entonces, quiz?, con personas educadas, sensibles, ciertas, preparadas, no hablar?amos m?s de soldados y marinos en las calles, no habr?a polic?as corruptos, no registrar?amos m?s violaci?n de derechos humanos, ni sufrir?amos de pol?ticos(as) mal nacidos que atentan contra la historia de mexicanas y mexicanos y su anhelo de vivir en paz, en un pa?s bondadoso y noble.