Cayetano, a hombros, se sobrepone a una dramática cogida en Tarazona
Cayetano intentaba llevar el cuarto toro al caballo, cuando, en los medios, una arrancada lo dejó descolocado. Él mismo se echó al toro encima, que lo arrolló en una dramática voltereta, buscándolo con saña en la arena. El torero se levantó conmocionado, pero de dónde se quejaba era de la cara. Ya en el callejón, intentaron que se repusiera y volvió al ruedo tapándose el rostro con una toalla. Cuando quedó al descubierto se le apreciaba un fuerte golpe que le desfiguró la nariz. No dio tiempo ni a que lo miraran los médicos, y salió con rabia a brindar la faena al público. En el tercio se hincó de rodillas ante el toro de Núñez de Tarifa, que se lo pensaba mucho antes de arrancarse, pero al que le sopló una primera serie encorajinada que despertó pasiones en los tendidos. Ya de pie, con la derecha desgranó dos series templadas y al natural, de uno, en uno, siguió muy arrebatado. La tarde ya era suya, y una estocada le dio paso a las dos orejas solicitadas con pasión. El festejo estuvo marcado por una infumable corrida de Núñez de Tarifa, de correcta presentación pero ayuna de casta. Lo sufrió Cayetano en el que abrió plaza en una faena sin fuste. También Emilio de Justo, que sustituía a Roca Rey, y Juan Ortega. De Justo lo intentó con el segundo en tarea imposible , y le pudo con torería al quinto, que embistió rebrincado, buscando siempre y orientado. El tercero parecía que tenía más recorrido, pero fue puro espejismo, ya que apenas le permitió a Juan Ortega apuntar detalles con capote y muleta. Al sexto le pudo dar algunos muletazos de calidad, pero el de Núñez ni quería ni podía. La estocada le valió una oreja. Al final, Cayetano no renunció a la salida a hombros, y así se lo llevaron por la puerta grande.