Al Ayuntamiento de El Campello no le ha temblado el pulso a la hora de tomar la determinación de cerrar sus playas de madrugada (de 1 a 6) tras detectar que decenas de jovenes alicantinos aprovechaban la proximidad para realizar botellones en su término municipal, sobre todo los fines de semana.
La Policía atendió más de 40 llamadas y requerimientos por casos en las playas de Muchavista y Carrer la Mar, así como en las calas de la zona norte, el pasado fin de semana, lo que obligó a multiplicar por tres los servicios habituales e incluso solicitar apoyo a la
Guardia Civil
. Asimismo, entre el sábado y el domingo se levantaron hasta 25 denuncias por botellones y fiestas, la mayoría a jóvenes residentes fuera de la población, «lo que ha supuesto una carga de trabajo extra a los servicios policiales», según la concejalía de Seguridad.
El decreto entrará en vigor el próximo viernes 6 hasta el 16 de agosto y ordenará un control policial estricto en esos espacios para intentar poner freno a un fenómeno «hasta ahora casi inédito en el municipio», dado que las localidades colindantes sí tienen
toque de queda
.
Por ello, el Ayuntamiento recuerda que las denuncias podrían llegar a suponer sanciones de hasta 3.000 euros, a pagar por los infractores o sus tutores en caso de tratarse de menores de edad.