La tremenda corte
Mucho interés ha despertado no sólo en Jalisco, sino que a escala nacional, la captura en territorio estatal de un personaje conocido como El 20, considerado uno de los líderes más fuertes del CJNG. El operativo para arrestar a El 20 en Cuautitlán fue contundente y muy bien operado por las Fuerzas Armadas, que hicieron un gran despliegue táctico, incluyendo helicópteros artillados en la zona. Como suele ocurrir en estos casos, el golpe militar se mantuvo en absoluto secreto y, cuando trascendió, ya El 20 y algunos de sus hombres habían sido trasladados muy lejos del lugar de su captura. De manera simultánea al operativo corrió el rumor de que un legendario hombre del tráfico de drogas, Rafael Caro Quintero, había sido detenido en Guadalajara, aunque nunca se pudo confirmar. ¿Habrá algo al respecto, o fue simplemente una cortina de humo para atraer los reflectores hacia otro lado?
Pues ahora sí que llegando y tumbando caña, la doctora Candelaria Ochoa inició su trabajo como titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, organismo conocido como la Conavim. Y es que apenas unos días después de ocupar su oficina en la Ciudad de México, ayer Candelaria Ochoa publicó en su cuenta de Twitter (@CandeOchoaA) un mensaje con dedicatoria a Jalisco: “Como titular de @CONAVIM_MX he tenido uno de los primeros casos de violencia que tengo la obligación de atender y me apena que sea en mi casa de estudios: la @udg_oficial. Basta de impunidad!” Como colofón a su mensaje, subió otro que reza: “Le solicité atención inmediata al rector y al @DrDanteHaro, defensor de los derechos universitarios. Vamos a proteger las vidas e integridad de las mujeres. TODAS”. Los tuits de la doctora cayeron en fin de semana largo, así que habrá que esperar hasta el martes para saber qué dicen en la UdeG sobre el asunto.
Un acierto resultó la decisión del ayuntamiento tapatío de bautizar el jardín educativo del Parque Agua Azul con el nombre del fallecido maestro Raymundo Ramírez Delgadillo. El famoso “maestro Ray”, no sólo fue un devenido en experto en botánica, sino que como profesor de diferentes generaciones, se ganó el cariño y respeto de cientos de jóvenes. Ahora queda grabado el nombre de un jalisciense ilustre en un campo poco reconocido.