A plaza llena, a reventar, puso con un par de minutos de retraso pie Paco Ureña sobre la arena de la plaza de toros de Valencia. Llegó. Aquí y ahora. Seis meses después de aquel tremendo percance y todas las consecuencias que vinieron después. Era la vuelta de Paco a su nueva realidad, la de torear con la visión de un solo ojo, y la recuperación del hombre y del torero después de aquella tarde de septiembre en plena feria de Albacete. Valencia rompió con el torero murciano, le acompañó en el paseíllo y después... Читать дальше...