Atender lo urgente
La llegada de 1, 600 elementos del ejército para resguardar la seguridad en el estado es sin duda una noticia importante, y si a eso le sumamos que arribarán en las próximas horas 800 elementos de la Policía Federal, viene a ser una señal de la importancia que tiene el Estado de Guanajuato aunque sea parte de la estrategia global implementada por el gobierno federal.
Pero no crea que esto será la varita mágica, desafortunadamente “los traviesos” como ha llamado el Presidente Andrés Manuel López Obrador a los delincuentes, no han mostrado interés en bajar la guardia pese a la presencia ya de autoridades estatales y federales, como lo han demostrado en el municipio de Salamanca en donde pese a los patrullajes incluso de Marinos, dejaron un coche bomba en a las puertas de la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor y entraron a un bar para asesinar a 15 personas se sabe que algunas de ellas inocentes que no tenían relación alguna con actividades criminales.
El aumento de la presencia de fuerzas federales trabajando en conjunto con autoridades locales no debe ser la única apuesta para disminuir la criminalidad, pues hay mucha actividad delincuencial que recae en las policías municipales y poco se está haciendo para fortalecerlas empezando por la entrega de recursos necesarios para su equipamiento y preparación.
Prueba de ello es la serie de robos a restaurantes a plena luz del día que se han venido registrando principalmente los fines de semana según se ha denunciado en redes sociales por víctimas y testigos, de al menos dos de los que sí existe denuncia ante la autoridad investigadora. Lo urgente es atender este tipo de delitos en los que aunque Guanajuato no está en los primeros lugares por fortuna, no quiere decir que no vaya en aumento.
Un tema para reflexionar es que la autoridad no debe minimizar cualquier denuncia, y menos en estos tiempos, aunque se haga por redes sociales, pues magro favor les hacen a los ciudadanos asegurando que si no existe querella oficial ante el Ministerio Público, el delito no existió. Lo cierto es que la cifra negra es muy alta, hasta del 94 por ciento, bien les haría repasar las cifras del Inegi respecto a delitos declarados y seguro tendrán una perspectiva más real de dónde estamos parados.
miguel.puertolas@milenio.com