Los indígenas aceptan el diálogo con Lenín Moreno
Ante la gravedad de los disturbios, el presidente Lenín Moreno ofreció ayer por primera vez sentarse a dialogar con los líderes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). Los líderes indígenas lo aceptaron, aunque inicialmente se negaron en rotundo a dialogar con Moreno hasta que no diese un paso atrás y derogase el decreto 883, por el que el Gobierno eliminó los subsidios al petróleo. Este ha provocado un drástico aumento del precio del combustible, y en consecuencia, de toda la economía; también exigieron la destitución de la ministra del Interior, María Paula Romo, y del ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín. Han decidido abrirse a la opción de negociar tras diez días de disturbios callejeros.
Este sábado los disturbios se concentraron en torno al parque “El Arbolito”, donde estaba prevista una asamblea indígena para debatir el ofrecimiento de diálogo del Gobierno de Lenín Moreno. Miles de miembros del Conaie -que tienen a 10.000 de los suyos movilizados en la capital- tomaron el parque y levantaron barricadas para enfrentar las arremetidas de la Policía.
La contienda de hoy ha dejado nuevos heridos, que se suman a los más de 850 que contabiliza la Defensoría del Pueblo desde que comenzaron las protestas contra la eliminación del subsidio petrolero, el pasado 3 de octubre. Además de los heridos, diez personas han perdido la vida en los disturbios y más de mil han sido detenidas. Además, los indígenas lograron mantener el bloqueo de varios puntos del país, entre ellos los accesos al centro de Quito, dificultando el abastecimiento de los mercados.
El ex presidente ecuatoriano Rafael Correa -que hoy se refugia en Bruselas porque tiene causas pendientes con la Justicia ecuatoriana- ha aprovechado la situación para golpear al Gobierno desde las redes sociales, calificando a su antiguo delfín, Lenín Moreno, de “traidor”. A su vez, también instó a las Fuerzas Armadas a rebelarse contra el Ejecutivo y acogerse a la “objeción de conciencia”. Los líderes del Conaie, por su parte, han rechazado la intervención del ex presidente por su “oportunismo descarado”, y recordaron que durante su mandato las fuerzas del orden tampoco dudaron en matar a los suyos.