Belén Ortiga se despertó justo en el momento en que el tren llegaba a la estación de Sitges. Esto no es azar, esto no es azar, se dijo, puesto que se había despertado por culpa de una pesadilla. Bajó algo alterada, con la cabeza todavía llena de sus propios fantasmas. Allí le esperaba Carmen, una vieja amiga, con la que tenían que ir a ver «Ventajes de viajar en tren», de Aritz Moreno. «Jo, tía, que llegamos tarde», dijo Carmen enfadada. «Tía, he tenido un sueño muy raro», dijo entonces Belén e iba a deternerse para explicárselo... Читать дальше...