El talento de Navalón, por encima del palco
Si con una espada imperfecta debería pedirse o no la oreja, es otro cantar. ¿Pero quién pone puertas al campo de las emociones? Lo que no puede ser es que una presidencia abuse de su autoridad para guardarse el pañuelo blanco después de una abrumadora petición de oreja y se pase el reglamento por donde una pancarta citaba al ministro Urtasun. Negó Sanjuán Rodríguez el trofeo ¡a un novillero!, pues ya se sabe que las normas únicamente valen cuando el palco lo decide. Oyó sólo las palmas de tango de un tendido... Читать дальше...