La asistencia sexual en la discapacidad: «No es es solo sexo, muchas veces basta con caricias y cariño»
Cuando tenía ocho años, a Antonio Castillejo le diagnosticaron una enfermedad degenerativa muscular que, durante la adolescencia, le dejó en silla de ruedas, lo que le hizo encerrarse en sí mismo. Al llegar a la mayoría de edad, y ante la imposibilidad de sociabilizar y, entre otras cosas, relacionarse con mujeres, sus deseos sexuales le llevaron a recurrir a la prostitución. Hace seis años, la cosa cambió: descubrió el mundo de la asistencia sexual para personas con discapacidad, donde encontró una «intimidad... Читать дальше...