Pere Gimferrer, el lenguaje cifrado de las cosas
Pere Gimferrer es el Rubén parnasiano y simbolista de nuestro tiempo. Un Rubén donde no falta la poderosa lengua de Góngora, ni la potencia visual e imaginaria del surrealismo. La palabra de Gimferrer es un universo en sí misma, un palimpsesto donde combaten escrituras y tradiciones, y donde la forma, mirándose siempre en su propio espejo, crea un código propio, una propia realidad imaginativa. En ‘Tristissima noctis imago’, la brevedad y la concisión parecen además sacadas de un cierto aliento muy cercano al haiku o que nos recuerda a él. Es, por eso, una poesía donde el misterio, el enigma incluso, se convierten en una de sus señas de identidad. La realidad es una red de símbolos y el poema ese orden superior donde la mirada sobre la realidad es una experiencia fulgurante, extremadamente rica de imágenes, tensada en las imágenes mismas, donde el correlato objetivo se ve superado por su propia expresión. POESÍA 'Tristisima noctis imago' Autor Pere Gimferrer Editorial Fundación José Manuel Lara Año 2022 Páginas 104 Precio 14 euros 4 La presencia de la naturaleza es constante, pero más allá de la visión estética, hay aquí, como señala acertadamente José Luis Rey en el epílogo, una aventura espiritual, una aventura conceptual que crea el poema y que, como sucede siempre en Gimferrer, es intraducible a la prosa. Las ideas, los pensamientos, las visiones quedan de esta forma profundizados en su propia naturaleza misteriosa. En ‘Tristissima noctis imago’, Gimferrer, como buen barroco, no deja de crear escenografías; y como buen simbolista no deja de estar atento a los hermetismos, al lenguaje cifrado de las cosas y de los sucesos alrededor de las cosas. Sus escenarios herméticos tienen que ver con el tiempo, los goces y las usuras del tiempo, las huellas del miedo y del dolor que va dejando a su paso, el tic tac de la muerte que suena al fondo y como finalidad de cada experiencia. Escrito entre 2018 y 2022, las referencias temporales son, en efecto, continuas. Combinando poemas escritos en castellano y en catalán, aúna la potencia de las imágenes y la intensidad de una realidad trascendida Titulado con las palabras elegíacas de Ovidio (Tristia,I, 3, verso 1) que se refieren a cuando se le aparece la tristísima visión de aquella noche que fue la de sus últimos momentos en Roma antes de partir al exilio, Gimferrer habla desde ese momento cercano al adiós, desde donde se anuncian las despedidas para trazar un homenaje a la vida , a ese tiempo de «todo lo que vive arriesgándose a existir», el tiempo de crepúsculos y primaveras que señala que «hay mucho que jugar antes de que caiga la noche». Combinando poemas escritos en castellano y en catalán, aunando la potencia de las imágenes y la intensidad de una realidad trascendida, Gimferrer se vale también del amor para indagar en lo precario y grande de vivir, en lo precario y grande de construir, mediante las palabras, una gozosa y lúcida indagación imaginaria del mundo. Todo es búsqueda y todo es iluminación, conocimiento iluminado de la palabra.