¿Qué fuera de Cuba sin la solidaridad a pecho henchido de su gente?
Estamos sentados en Salud Provincial, esperando. Y no hay nada más impaciente que esperar cuando la base de supertanqueros sigue ardiendo. Pero a veces hay que esperar. Allí se trabaja durísimo, hasta el cansancio. Es tremendo. En lo que esperamos a la entrada de Salud Provincial, un señor se nos acerca y dice "periodistas, ¿quieren almorzar?".