El nuevo golpe a los afectados del volcán: «Empadrónense donde residan, Todoque ya no existe»

Compete al Ayuntamiento mantener actualizados los padrones y que estos se ajusten a la realidad, por medio de la presente se insta a que los afectados por pérdida de vivienda por la erupción volcánica regularicen su situación padronal. Con este mensaje se han encontrado los vecinos de La Palma, con un nuevo golpe de realidad y de «insensibilidad» para quienes tienen su casa sepultada bajo la lava del volcán. «Empadrónense donde estén viviendo ahora, que Todoque ya no existe», y aunque sea real es duro volver a escucharlo una vez más. Los vecinos afectados por la erupción, aún tras más de seis meses de que empezase la pesadilla en Cumbre Vieja notan que el volcán sigue trayéndoles dolor. «Me muero de la rabia». Además, alegan, muchos son los que no están viviendo en ningún lugar 'empadronable' ya que desde que el volcán arrasó sus propiedades residen en hoteles, caravanas, en casas de familiares, en pisos sin contratos... «¿pueden empadronarse en el hotel?», se preguntan. Beatriz Leal, representa la situación que viven muchos de los vecinos de la zona, «entre muy triste y muy enfadada, o las dos cosas a la vez», porque a día de hoy siguen sufriendo «la falta de sensibilidad y empatía de los gobernantes, en todos los ámbitos» que está superando »los límites de lo imaginable». Ella y vecinos en la misma situación viven este trámite como un proceso «doloroso» porque parece que la crisis volcánica acabó, pero todos los problemas siguen estando en el mismo sitio. «Lo que hemos perdido es insustituible pero las bofetadas de las administraciones se pueden evitar», aseguran los vecinos afectados. Por otro lado, la carretera entre Puerto Naos y Tazacorte no respetará el antiguo trazado, sino que «irá sobre las fincas que sobrevivieron al volcán», en una situación que es «indignante», especialmente cuando se habla de consenso. «¿Qué consenso? ¿En qué momento se le preguntó a los afectados?» Vecinos que perdieron su casa pero salvaron sus fincas verán cómo estas se perderán debajo del asfalto para la construcción de esa nueva carretera, que aunque necesaria va a seguir causando dolor.