Cuando naciste, leía mucho a los rusos. En las novelas de los rusos, y especialmente en las de Dostoievski, cuando había algún nacimiento, los padres convidaban a alcohol, se desataba la fiesta y la música, todo era etílico y desmedido. En el Hospital Maternal del Virgen del Rocío, invité a los amigos y familiares que venían a darme la enhorabuena. Los invité más de la cuenta. Me sentía eufórico, inmenso, feliz. Pero también tremendamente inseguro. Al regresar a la habitación, con tu madre dolorida e incapaz de atenderte... Читать дальше...