Nicolás Maduro no escatima opciones para acercarse a los venezolanos cuando restan pocos días para que se celebren en su país las cuestionadas elecciones parlamentarias. Esta vez, ha decidido unirse a las plataformas de WhatsApp y Telegram, y por ello ha compartido el número de su teléfono móvil para «escuchar y atender» las solicitudes del país entero. «Te pido que me apoyes, que nos apoyemos mutuamente, por esta vía vamos a poder comunicarnos y saber uno del otro», escribió Maduro en un mensaje masivo para anunciar su llegada a estas redes sociales.<blockquote class="twitter-tweet"><p lang="es" dir="ltr">¡Ajá Venezuela! Me incorporo a la batalla de ideas en WhatsApp y Telegram con el número #04262168871. Súmenme a todos sus grupos y vamos juntos a la batalla por la defensa de la verdad de Venezuela. <a href="https://t.co/vCZcrOdRHb">pic.twitter.com/vCZcrOdRHb</a></p>— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) <a href="https://twitter.com/NicolasMaduro/status/1333187025491677184?ref_src=twsrc%5Etfw">November 29, 2020</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
Rápidamente, Maduro contaba con más de 39.000 notificaciones pendientes en WhatsApp de mensajes de venezolanos desesperados por la crisis, otros con manifestaciones de apoyo y algunos más arriesgados expresaron su aversión por el líder chavista. Con esto, Maduro pretende incorporarse «a la batalla de ideas» y no dudó al pedir a la gente que lo agreguen a los grupos y «poder interactuar». El número que compartió en una arenga televisada del domingo fue el +584262168871.
Estrategia populista
«Esa cuenta de Maduro tiene que ser un WhatsApp Business (empresa), es decir con muchos operadores y lo más probable es que tenga un equipo detrás de la cuenta. 39.000 mensajes pendientes no los lee absolutamente nadie. Por Telegram es más cómodo todavía porque la cuenta puede estar activa en distintos dispositivos, pero las probabilidades de contacto son mínimas. Incluso con una cuenta de WhatsApp Business se pueden programar respuestas automáticas, pero el problema es que es poca la probabilidad de que sean canalizadas», comentó a ABC Fran Monroy, periodista venezolano especializado en informática y telecomunicaciones. <blockquote class="twitter-tweet"><p lang="es" dir="ltr">¡Na' Guará Venezuela! La receptividad ha sido masiva, me han incorporado a miles de grupos en los que les estaré enviando información y material de primera mano sobre la campaña y las elecciones del <a href="https://twitter.com/hashtag/6Dic?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#6Dic</a>. ¡Atentos! <a href="https://t.co/FftfeYCg5c">pic.twitter.com/FftfeYCg5c</a></p>— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) <a href="https://twitter.com/NicolasMaduro/status/1333260716166537216?ref_src=twsrc%5Etfw">November 30, 2020</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
El líder chavista parece haber formulado otro discurso populista que no tendrá ningún efecto positivo para el país. A juicio del periodista, esto no es más que «otra estrategia que ha usado Maduro para ver si esta vez acierta», agregó. Maduro ha tenido que involucrarse con las nuevas plataformas, incluso con la tecnología, transmitiendo en vivo por redes sociales como Twitter, Facebook e Instagram, además de la televisión, y en las transmisiones va recibiendo mensajes en tiempo real que van desde adulaciones hasta insultos.
«¡Impresionante! Sumamente agradecido con los miles y miles de compatriotas que me han escrito por WhatsApp y Telegram. Estamos en contacto directo por grupos de todo el país y el mundo», escribió el lunes en un mensaje por su cuenta en Twitter. Esta es la primera vez que un dirigente chavista comparte su número de contacto para hablar con los venezolanos, pero no hay duda de que todo esto apunta a una estrategia a pocos días de que lleguen las elecciones legislativas, unas votaciones a las que se ha negado a participar la oposición del presidente interino Juan Guaidó y que ha rechazado la comunidad internacional por no tener las mínimas condiciones para que sean unos comicios libres, democráticos y transparentes.
Las redes sociales también han sido usadas por el régimen chavista para perseguir a venezolanos que lanzan duras ofensas hacia el gobernante. La Ley contra el odio, fue impulsada por la Asamblea Nacional Constituyente en 2017 para castigar a las personas que manifiestan y sin decoro su rechazo a Maduro, e incluso contra el fallecido presidente Hugo Chávez. El Instituto Prensa y Sociedad (Ipys) dijo en noviembre que esa ley ha sido utilizada por el Estado como un mecanismo de persecución, censura y autocensura en el país. En su más reciente informe, Ipys asegura que en el país hay al menos 23 afectados, entre medios de comunicación y trabajadores de la prensa, desde 2018.
El trabajo elaborado por Ipys también explica que «el 2020 ha sido el año con más personas detenidas y enjuiciadas por la norma aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), con un total de 34 ciudadanos que han sido privados de libertad», esto basándose en datos de la organización no gubernamental Foro Penal.