El sueño se convirtió otra vez en pesadilla
Que el modesto Viktoria Plzen pudiera puntuar ante el Inter era una utopía, tan deseada como irrealizable. Eso lo sabían de sobra los jugadores del Barça y también la afición, que sin embargo se dejó llevar por esa corriente optimista esperanzada con presenciar un milagro en San Siro. Pero el milagro se diluyó cuando ni siquiera habían abierto las puertas del Camp Nou. Y lo que era un sueño se acabó convertido en una pesadilla recurrente, ya que el Bayern de Múnich volvió a amargar otra noche más al barcelonismo.