Para gobernar, ganar en Georgia
Por: Alejandra Traslosheros
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
La elección presidencial estadunidense se cierra en tres actos procedimentales. Ya pasaron los primeros dos. En el primer acto, cada estado de la Unión certificó sus resultados. En el segundo acto, el cual se celebra este lunes 14 de diciembre, se reunirán los “electores,” y emitirán sus votos. En el tercer acto, el 6 de enero, los diputados federales le darán un cierre ceremonial a la contienda electoral. Estos actos de cierre electoral no necesariamente ameritaban la primera plana. Solían ser actos ceremoniales, procedimentales y cabales. Ya no lo son. Las comedietas pseudogolpistas que aquejan al proceso electoral del 2020 no son más que síntomas de un problema mucho más grave. Los últimos 10 años en Estados Unidos se han visto marcados por un férreo embotellamiento legislativo. Para poder deshacerlo, Joe Biden necesita controlar el Senado. Así logrará que Mitch McConnell, el hábil operador del embotellamiento, pierda las prerrogativas de las que ha abusado para bloquear al ejecutivo. El futuro de ambos hombres depende de los comicios que se celebrarán en Georgia en estas fechas. Se trata de dos elecciones de segunda vuelta, ya que ningún candidato al Senado rebasó el 50 % del voto en noviembre.