Buenos deseos
Cada fin de año los buenos deseos para el año venidero se prodigan generosamente, por todas partes escuchamos: feliz año. Aun cuando el “año nuevo” tiene días de haber nacido. Hoy cuatro de enero, seguimos escuchando y repitiendo feliz año.
Otro de los buenos deseos de año nuevo, además de paz y amor es: mucha salud. Cuando el 2019 estaba por terminar, desear mucha salud y feliz año fue lo mismo de siempre, nadie esperaba que el 2020 iba a ser un año catastrófico por el asunto del covid-19, este bicho nos tomó por sorpresa, surgió a finales de 2019 en la ciudad china de Wuhan, desde ahí, cuando iniciaba el 2020 cundió en todo el mundo, México no fue la excepción.
Caer en el sensacionalismo de las estadísticas de cuántos muertos han habido y pronosticar cuántos más habrá es enfermizo, lo mismo sucede con las comparaciones: que si no hicimos lo que hicieron en otros países, que si no reaccionamos a tiempo, que si en Nueva Zelanda ya lo controlaron, que bla, bla, bla. Nuestra realidad es que los mexicanos no estamos preparados para hacer del nuestro un país mejor ---a propósito de deseos--- nuestra precaria cultura cívica deja mucho que desear.
Durante décadas los medios de comunicación nos han lavado el coco; nos han “entrenado” para consumir la información que a ellos les conviene, nos han adoctrinado para ver partidos de futbol, telenovelas de pésima calidad y reality shows; a pesar de lo cursi de este término, lo aplicamos porque la televisión comercial lo incorporó a nuestro lenguaje. Lo mismo sucede con ticket, locker y muchos anglicismos más.
Además de la manipulación de la que millones de mexicanos hemos sido objeto a través de los medios, desde hace varios años surgen en el contaminado horizonte noticioso las fake news con mensajes alarmistas y malévolos promoviendo teorías conspirativas que cunden. Facebook, Twitter, YouTube… se han convertido en voceros de las fake news. Vivimos momentos con una desmedida avalancha de desinformación difundida por estas “redes”.
La cruda realidad es que la pandemia aún no ha terminado, ahora mismo nos enteramos que en algunos países del primer mundo ha surgido un “nuevo covid”, todavía no salimos de Guatemala y estamos ingresando a Guatepeor.
Uno de mis deseos para este año es que en beneficio nuestro y de la población entera de nuestro país, acatemos las instrucciones de las autoridades. Si cada uno de nosotros nos cuidamos, estaremos cuidando a los demás. Debemos crecer como sociedad, debemos ser solidarios, debemos ser civilizados, debemos ser responsables, debemos olvidarnos de polarizaciones, debemos integrarnos para presentar un frente común; está en cada uno de nosotros abatir de una vez por todas la pandemia
Colofón
Otro de mis deseos de año nuevo es que Manuel Bartlett renuncie a la dirección de la CFE, que sea honesto, que acepte su responsabilidad por el apagón que perjudicó a millones de personas en varios estados del país.
Lo malo de los deseos es que no siempre se hacen realidad.
jaimemarinsr@jmarin.com