Francis Mojica, el cerebro que no se dio a la fuga
Bajo la sombra de las palmeras de su Elche natal empezó a sentir el cosquilleo que motiva a los futuros científicos. Muchos años después sus hallazgos son seguidos en todo el mundo, tiene un premio Jaime I y hasta lo han incluido en la quiniela de los Nobel. Ajeno a tanto ruido, él se limita a pedir algo de cariño para los de su gremio