Poeta, Premio Espasa, busca trabajo como maestro

«Redry» nació de la fusión del nombre de dos personajes de un videojuego y es el apodo de David Galán. Los dos, que son uno, están detrás de los versos y de las emociones de las que surgió «Huir de mí», II Premio Espasa de Poesía, relato de una postruptura donde se vislumbra la juventud de su protagonista. «Quiero volver a enamorarme», dice al final del libro y lo reitera cuando se le pregunta si le quedan ganas después de la «hostia» –en sus palabras– que supuso su experiencia última. «Lo digo completamente en serio. Me parece el sentimiento y la emoción más bonita que existe», asegura. «Las emociones hay que vivirlas, obviamente sin quedarnos en la tristeza constante. He aprendido a superarlo y ese momento triste me ha ayudado a saber que la feclicidad está en otros puntos básicos de la vida. No hay una felicidad como constante», reflexiona.

Todavía sin recuperarse del «vértigo» que le provocó ganar el galardón, está embarcado en un nuevo poemario y dos proyectos más, pero no olvida su otra vocación. «Aprovecho para hacer ''spam'': busco trabajo de maestro de Infantil. Tengo dos carreras y dos sueños: dedicarme a escribir y a la educación», admite. Se confiesa lector empedernido de poesía –«siempre tengo 15 o 20 libros empezados»– y asegura que usa la novela «para desintoxicarme».