Asesinan a un misionero salmantino de la Comunidad Salesiana en Burkina Faso
El misionero salesiando Fernando Hernández, de 60 años de edad y natural del municipio salmantino de Ledesma, fue asesinado en Burkina Faso (África) por las múltiples heridas producidas por un arma blanca.
Un antiguo cocinero empleado en la escuela donde trabajaba, que había sido despedido, le hirió con el arma. También resultó herido de gravedad en el mismo suceso otro salesiano, Germain Plakoo-Mlapa, según informó la Comunidad Salesiana a través de un comunicado en sus redes sociales y su revista digital.
Como expresaron, el autor de los disparos, un antiguo empleado de la escuela durante siete años, que había sido despedido hace unos meses, fue arrestado por las fuerzas de seguridad tras el suceso. Se trata del segundo salesiano asesinado en tres meses en el país africano, después de que el religioso Antonio César Fernández fuera víctima de un ataque yihadista.
La Congregación Salesiana expresó a través del comunicado su «profundo dolor por la trágica muerte» del misionero y manifestó su cercanía a la familia y de los hermanos de su comunidad. Asimismo, condenó «toda forma de violencia» y reafirmó su voluntad de «seguir trabajando» en estos países africanos, con la educación y evangelización de los jóvenes, para contribuir a su pleno desarrollo, como hasta ahora.
Así lo indicaron desde la obra salesiana de Bobo Dioulasso, en Burkina Faso, donde este misionero era vicario y ecónomo y donde se atiende un prenoviciado, una parroquia, un oratorio, una escuela profesional y una casa de acogida.
«Mantenerse en la fe»
El rector mayor de los Salesianos, Ángel Fernández Artime, envió un comunicado a toda la Familia Salesiana tras conocer la noticia de la muerte del misionero salmantino, Fernando Hernández, asesinado por un antiguo cocinero de la escuela donde trabajaba.
Ángel Fernández señaló en el escrito la labor desarrollada por los dos misioneros asesinados recientemente y sostuvo que los dos hermanos salesianos fallecidos «vivieron amando profundamente al pueblo africano, a los jóvenes africanos y sus familias y buscando su bien en el nombre del Señor».
Asimismo, quiso enviar un mensaje esperanzador para la familia y toda la Comunidad Salesiana y señaló que «estamos viviendo el hermoso Tiempo Pascual y en estos momentos yo solo puedo anclarme en la Fe en el Señor». Además, manifestó «hacer silencio y orar para que Él transforme en Vida y en Bien para el pueblo africano».