«Hawa» la novela de Diego Armario sobre Mali, escenario del terrorismo
Hay historias que enganchan desde el principio e impulsan a seguir leyendo sin descanso hasta el final del relato. Es lo que sucede con «Hawa» una novela de Diego Armario que cuenta las peripecias de una mujer negra, preciosa como pocas, valiente como muchas y comprometida como tantas de África, donde a veces la vida vale muy poco.
La trama está situada en Mali, un antiguo imperio que hoy es un país muy pobre con la desgracia añadida de que su territorio dividido es el escenario del terrorismo de Al Qaeda.
«Hawa» narra que un viejo comunista, Juan Fernández Astudillo, harto de vivir en España, viaja a Mali donde su hijo trabaja como cooperante en una ONG. Allí cambia radicalmente su vida al ser captado por los servicios de inteligencia españoles para colaborar como infiltrado en una acción antiterrorista.
La novela describe situaciones límite en las que sus personajes, de muy distinta ideología y condición –militares, agentes de inteligencia, nativos malienses vinculados a Al Qaeda o víctimas de sus acciones, políticos, curas y obispos, mujeres jóvenes y comprometidas– se ven inmersos en una historia en la que diferencias, aparentemente irreconciliables, son superadas por el objetivo de sobrevivir al terrorismo.
Recorre calles, aldeas, pueblos y ciudades de Mali, o de Burkina Faso, y describe la historia, las costumbres, los dialectos, las creencias, la artesanía y el alma no resignada de sus ciudadanos que aspiran a una vida mejor.
Sin embargo la presencia inapelable de los terroristas hace que en el libro se palpe la pasión por vivir, el compromiso de sus ciudadanos con sus aspiraciones de lograr la paz, la generosidad de unos y la cobardía de otros, la obsesión del protagonista por no dejar impune la muerte de algunos compañeros.
Ninguno de los personajes deja indiferente al lector porque todos tienen caracteres fuertes y apasionados, y hacen que se encuentre con los sentimientos a flor de piel, porque va a compartir con ellos momentos de alegría, de placer, de miedo y de pasión, de rabia y de sed de venganza, también de paz y de reconciliación.
El debate en el ambiente de esta historia y que se traduce en discusiones de interés, es el que mantienen algunos de sus protagonistas sobre la convivencia posible entre personas de distintas religiones, como es la cristiana y la islámica, porque el hecho de que los terroristas maten en nombre de su Dios condiciona la opinión o las dudas de algunos personajes de este relato sobre si es una religión de paz o violenta.