Un Primero de Mayo marcado por las elecciones del 28A: los sindicatos exigen a Sánchez un Gobierno de izquierdas
A solo tres días de las elecciones generales del 28 de abril, el Primero de Mayo está marcado este año por lo que sucederá tras los comicios. Las urnas han dado la victoria a Pedro Sánchez, con un PSOE que en el Congreso sumará con Unidas Podemos más que las tres derechas de PP, Ciudadanos y Vox. Desde los mercados y la patronal han expresado ya su preferencia de un Gobierno "moderado", que no se incline hacia la izquierda, por lo que los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT piden que este Día Internacional del Trabajo la ciudadanía recuerde a Sánchez que el 28A se conformó "una mayoría progresista".
El resultado electoral se lleva el primer plano de la foto este Primero de Mayo, pero el escenario de fondo y las reclamaciones son repetidas: una precariedad que ensombrece el crecimiento del empleo y que impide que la mejora de la economía se sienta en muchos hogares. Uno de cada cuatro contratos no dura más de siete días, más de la mitad de los trabajadores a tiempo parcial (la mayoría mujeres) son involuntarios y un 14% de los ocupados están en riesgo de pobreza.
En la manifestación que ha partido a las 12 de esta mañana de Neptuno, en Madrid, los secretarios generales de ambas organizaciones han subrayado que este es un "momento decisivo" para la configuración del próximo Gobierno y han pedido a los ciudadanos que han votado por los partidos políticos de izquierda que exijan que su voto se convierta en políticas concretas contra la desigualdad, la precariedad del mercado de trabajo y el reparto a través de la redistribución fiscal.
"Este Primero de Mayo tiene que ser un toque de atención para esa mayoría que está representada en el Congreso de los Diputados, de cambio. Que sepan que la ciudadanía no va a permitir que solo se hable o se prometa en elecciones, sino que va a haber que convertirlo en realidad", adelantaba ya Pepe Álvarez, secretario general de UGT, a primera hora de la mañana en la Cadena Ser.
Tras la petición de ayer del presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, a PP y Ciudadanos para que permitan una investidura de Pedro Sánchez en solitario, el líder de Comisiones Obreras, Unai Sordo, ha sostenido que "las presiones" en el mundo económico "están siendo ya muy intensas" para condicionar no solo la formación de Gobierno sino el programa que aplicará ese Ejecutivo. Sordo ha criticado a las "grandes empresas que están intentando condicionar" la formación del próximo Ejecutivo y que "se pusieron de perfil" durante la campaña ante el auge de la extrema derecha.
Por ello, el secretario general de CCOO también ha animado a que las manifestaciones convocadas este Primero de Mayo sirvan para "que se vea que el mundo del trabajo tiene una apuesta de futuro político en este país, que no se abstrae de la realidad política".
Prioridad: corregir la reforma laboral
Sobre la composición de ese Gobierno, si debe estar compuesto solo por miembros del PSOE o si debe incluir también a representantes de Unidas Podemos, los líderes sindicales han rechazado posicionarse, con la mirada más puesta en el programa que en los cargos.
En opinión de los líderes de ambas organizaciones, el nuevo Parlamento permitirá al próximo Gobierno aprobar un "programa progresista", con medidas que no lograron salir adelante en la pasada legislatura. La que se dibuja como prioridad 'número 1' es la derogación de aspectos centrales de la reforma laboral del PP de 2012. Desde UGT y CCOO han lanzado un mensaje claro a Pedro Sánchez: es necesario un nuevo Estatuto de los Trabajadores, como propone el PSOE, pero "no sin corregir antes las últimas reformas laborales".
Las organizaciones mayoritarias también exigen la reforma de las pensiones de 2013 y otras iniciativas pendientes para los sindicatos, como "una política fiscal mucho más corresponsable y atrevida", ha defendido Unai Sordo.
Recuerdo a la situación en Venezuela
El secretario general de UGT ha recordado al inicio de la manifestación a "los trabajadores y trabajadoras de Venezuela", después de la llamada de ayer de Juan Guaidó al Ejército a un golpe de Estado.
"Venezuela necesita libertad, pero que sean las venezolanas y los venezolanos los que decidan su futuro. Nadie puede meter la mano ni el pie en Venezuela", ha sostenido Álvarez.