Entre tanto ruido y polémicas por el proyecto de investigación Neodimio, presentado por la empresa Quantum Minería para extraer monacita gris de la comarca del Campo de Montiel , en la provincia de Ciudad Real, no está de más aproximarse a esta cuestión con cierta perspectiva. Desde la Plataforma Sí a la Tierra Viva siguen insistiendo en los riesgos de este tipo de trabajos, con numerosas protestas e iniciativas y amparándose en un informe publicado en la revista online 'Toxics', que alerta sobre los efectos tóxicos de alguno de los 17 elementos de tierras raras en la salud humana. Una información que ha sido rebatida recientemente desde la empresa Quantum Minería en un comunicado, en el que niegan el peligro de su proyecto en Ciudad Real. Así, según dicen, «en la bibliografía utilizado para la elaboración de dicho informe no se incluye ningún estudio sobre la monacita gris ni se hace referencia a ninguna publicación sobre los yacimientos de Campo de Montiel». Además, desde Quantum critican ese estudio realizado por autores de una institución científica académica de Mongolia. De hecho, señalan que el Baotou Medical College , que es como se llama, ocupa la posición 7.965 del SCImago Institutions Rankings (SIR), una clasificación de universidades en la que, por ejemplo, la Universidad Autónoma de Madrid está en el puesto 261, la de Sevilla en el 992 o la de Castilla-La Mancha en el 2.026. Precisamente, un especialista de esta última institución académica, el catedrático y profesor en la Escuela de Ingeniería Minera e Industrial de Almadén (Ciudad Real) de la Universidad de Castilla-La Mancha, Pablo Higueras , buen conocedor de este asunto por formación y proximidad, ha atendido a ABC para contrastar algunas de las afirmaciones que se hacen al respecto. «Lo que se quiere hacer en Campo de Montiel -señala- es un proyecto de investigación, que en su momento fue de explotación, de un mineral que se llama monacita. Se habla mucho que es para explotar tierras raras, pero es una falacia, ya que en realidad lo que se extrae es el mineral de la monacita, que es el fosfato de las tierras raras». Las tierras raras reciben ese nombre, explica el experto, «porque son elementos químicos bastante comunes, pero raramente están lo suficientemente concentrados para explotarlos y, cuando eso sucede, lo están en forma de dos minerales, que son la monacita y la bastnasita». En esta comarca ciudadrealeña lo que se quiere investigar, en concreto, es la monacita, que, tal y como apunta, «es un mineral del tamaño de una lenteja que se encuentra en el subsuelo, concentrada a unos tres o cuatro metros por debajo de la superficie, y que se utiliza para extraer las tierras raras, tan útiles para diferentes aplicaciones». La particularidad de la monacita es que es un «mineral muy estable» , en palabras de Pablo Higueras, «es decir, que resiste de manera óptima diferentes condiciones atmosféricas, todo lo contrario que le pasa a la pirita o sulfuro de hierro, que se oxida con facilidad y provoca serios problemas de contaminación en contacto con el oxígeno y el agua». Sin embargo, asegura que «la monacita no tiene ese riesgo porque se separa físicamente de la tierra, sin usar reactivos químicos». De este modo, la empresa extractora, en este caso Quantum Minería, se pondría de acuerdo con los propietarios del terreno y excavaría en pequeñas parcelas a una profundidad de unos tres o cuatro metros, que es donde se encuentra el mineral, para procesarlo en otro lugar. « El 1% de lo que se extraería sería la monacita y el 99% restante sería la tierra , que se volvería a reponer y se podría reutilizar sin ningún problema ni ningún riesgo para nada, ya que no se añade ningún componente ni reactivo químico, como se dice», afirma rotundo el catedrático de la UCLM, que indica que «la monacita lleva en esa tierra miles o millones de años y no ha intoxicado a nadie de manera natural porque es un mineral inerte». Por lo tanto, según él, «hablar de que la extracción de la monacita supone un riesgo es una falacia, una calumnia total». Además, también desmiente que el proyecto de investigación que se pueda hacer en el Campo de Montiel vaya a tener un kilómetro de profundidad y siete de diámetro, sino que van a ser parcelas de pocas hectáreas que se abren y se cierran, siendo perfectamente reutilizables. «Todo el trabajo se realizará con retroexcavadoras y camiones para separar los minerales, algo que se hará con agua, que es la única pega que puede tener, ya que hay que saber la cantidad y de dónde saldrá la cantidad de agua que se vaya a necesitar», dice Pablo Higueras, que apunta que ese proceso también se puede hacer con otros métodos como con un ciclón de aire. En cualquier caso, desde Quantum Minería se han dirigido formalmente a los alcaldes de los municipios concernidos por el proyecto Neodimio -Valdepeñas, Santa Cruz de Mudela y Torrenueva- , así como a otros colectivos afectados, para proponer una sesión informativa para explicarles los detalles de su iniciativa. Mientras tanto, los detractores y los impulsores de este proyecto siguen a la espera de una decisión del Gobierno de Castilla-La Mancha , que es quien tiene competencias en materia de licencias medioambientales a través de la Consejería de Desarrollo Sostenible, si finalmente dan su consentimiento para que del Campo de Montiel se comience a extraer el mineral de monacita gris.
