Mística y risa, en viñetas

No es ningún secreto mi predilección por el trabajo de Laura Pérez Vernetti . Esta artista -forjada en los 80 como autora al calor del underground patrio que cristalizó en esa maravilla de revista que fue 'El Víbora'-, ha sabido construir una sólida carrera que dura hasta hoy, en la que la literatura ha jugado un papel central. Baste recordar sus trabajos sobre autores de la talla de Luis Alberto de Cuenca, Fernando Arrabal y Fernando Pessoa (por nombrar solo algunos) para constatar su predilección por reflejar en sus creaciones el mundo de la buena literatura. En esta ocasión, Laura se alía igualmente con un escritor, Javier Pérez Andújar , aunque lo hace de un modo un tanto diferente, ya que fue él quien llamó a su puerta con un proyecto ('El Designio') que supone su debut como guionista del noveno arte; y tras dos años largos de duro trabajo, el esfuerzo cristaliza en una espléndida novela gráfica de 112 páginas primorosamente editada por Autsaider Cómics. Ambos «Pérez» desarrollan un particular método de creación . Andújar escribe un sólido guion que, con inteligencia, deja campo libre a Vernetti para que aporte con su savoir faire gráfico. Pero una vez dibujado, Andújar comprende a «ojos vista» que le toca rehacer casi todos los diálogos. La imagen ha cobrado vida, sentido, (es parte de la magia del lenguaje del tebeo), y mirando a la cara a los personajes, el guionista siente que lo escrito no es necesariamente lo que el personaje debería decir. Incluso, en las ocasiones que el dibujo cuenta mucho, ese avezado lector de cómics que es Pérez Andújar, entiende que lo mejor, es que no diga nada, eliminando muchos de los diálogos preexistentes. Eso sí, pocas veces un guionista ha dado tanto con tan poco. Esta economía de palabras que practica Andújar en sus diálogos es hilarante, certera, y hasta «brugueriana» . (Lo sé, me saco el adjetivo de la manga, pero si se trata de hacer humor en viñetas, es uno de los mayores halagos que puedo escribir sobre un guionista). Sin embargo, el humor a raudales que recorre toda la obra no debe despistar al lector; ya que, tal y como titulaba este artículo, 'Designio' es ante todo un acercamiento a un género literario que aún permanecía inédito en los pinceles de Laura. Me refiero al de la literatura mística, esa que transciende la realidad a través de la maravilla e intenta contarnos como es «el más allá» a aquellos que solo vemos «el más acá». Recuerdo como Luis Buñuel hacía hincapié en la hilaridad de muchos de estos relatos místicos cuando evocaba en sus memorias las risas que se echaba con Lorca y Dalí hablando de los santos estilitas que se nombran en la 'Leyenda aurea de Jacopo della Voragine'. En 'Designio', Andújar recurre a esta misma fuente para narrar la conversión de los Tres Reyes Magos por parte de Santo Tomás, que se evocan en este cómic de forma más que fidedigna; y cumplido el trámite; se ocupa de «lo místico» a su manera… que digamos, es mucho menos ortodoxa. Una vez más, me recuerda a la mítica escena del Santo Simón en un guateque de los años 60 (imagen con la que Buñuel cierra su film). Pérez Vernetti y Pérez Andújar se llevan este concepto a su época (evocando hitos de la cultura popular de los años 70 en adelante), y construyen una divertidísima fábula underground sobre lo terrenal y lo divino. Los historietistas cambian los santos lugares por Barcelona; e incluso evocan al Salvador de manera muy particular, ya que lo hacen a través de la cita de referentes pictóricos. Concretamente se homenajea a Andrea Mantegna, cuya 'Lamentación sobre Cristo muerto' (1475-1501) deja con la boca abierta a cualquiera que contemple su sobresaliente escorzo. En esta novela gráfica es evocado con desparpajo por Laura Pérez Vernetti en una viñeta en la que Largo Reina (uno de los protagonistas de esta historia coral), realiza un particular viaje al «otro barrio». Y es que en «la mística» se vislumbra siempre algo del más allá, aunque sea, realidad virtual mediante y con reminiscencias del filme 'Desafío Total' (Paul Verhoeven, 1990). De los que vuelven del más allá sabe mucho el Padre Elías, una versión nada disimulada del Padre Karras de 'El exorcista' (William Friedkin, 1973) que recorre este tebeo desde su primera hasta su última página, buscando signos de actividad demoniaca. La primera vez que abre la boca en este cómic, lo hace para mentar la «nieve» del 'Eternauta' (1957-1959); y si en el cómic de Oesterheld y Solano López la citada «nieve» era cualquier cosa menos nieve corriente, lo mismo puede decirse del Padre Elías. Para empezar, en lugar de los cantos gregorianos, lo que le pierde es el rock sinfónico. El cómic muestra de manera explícita citas a grupos musicales como Pink Floyd o King Crimson . Supongo que las letras filosófico-esotéricas de algunas de estas canciones, (al menos yo las recuerdo como tremendamente herméticas), son guía y consuelo para este atormentado siervo del Señor; que en su día a día, no le queda otra que plantar cara a todo tipo de espíritus malignos. En uno de sus exorcismos, celebrado en Gante en los años 70, libera una casa de los espíritus que la poseían (todos ellos nazis de la época de la Guerra); y sus inquilinos, unos hippies de buen corazón, agradecidos por el servicio que les ha prestado, deciden bautizar a la hija que esperan como 'Maravillas' en homenaje a los logros imposibles del Padre Elías en su lucha con las tinieblas. 'Maravillas' es, evidentemente, un homenaje al filme dirigido por Manuel Gutiérrez Aragón en 1980 (y por ahí ronda también un gato llamado Fernando Fernán Gómez); pero además es el personaje que, a modo de Macguffin, hace avanzar la trama de la historia. 'Maravillas' es la Eurídice que Largo Reina, un Orfeo argentino, desea rescatar del otro mundo. Finalmente, es obligado nombrar a mi personaje favorito, un hombre chino, dueño de la funeraria 'Final Feliz' que nos deleita con sus particulares «perlas de sabiduría». Pero en lugar de leer a los maestros de la filosofía oriental como Confucio, su formación proviene de fuentes mucho más populares; concretamente el tebeo de 'Hazañas Bélicas'. Esto le permite desentrañar el sentido de la vida a través de máximas tan curiosas como: «Igual que en los folletines dejan a la puerta de la iglesia a los recién nacidos cuando nadie los quiere, en las sociedades avanzadas puede dejarse a los recién fallecidos si tampoco los quiere nadie. Hoy día, si no eres líquido, te liquidan». Y si todos estos personajes hilarantes no les parecen suficiente al lector, como para animarle a comprar 'Designio' ¡que no se preocupe!; Vernetti y Andújar incluyen a muchos más, igual de divertidos y estrambóticos: Desde una tarotista llamada Casandra (mal nombre para una adivina, dado que fue por Apolo, y nadie creía en sus predicciones), o una vieja y su hijo que son cantaores de flamenco en la Peña Bram Stoker. Sin duda una de las novelas gráficas más potentes del año , y sin duda, la más divertida de todas ellas.