Era extremadamente tímido, solitario y misógino. Se decía que no veía a nadie, ni siquiera a sus familiares más cercanos y que se comunicaba con sus sirvientas a través de notas escritas. Sus contemporáneos decían de él que era un excéntrico, quizás ahora, y con la ayuda del manual de diagnóstico de trastornos mentales DSM-V, le habríamos etiquetado de Síndrome de Asperger. Su nombre era Henry Cavendish (1731-1810) y ha pasado a la Historia de la Ciencia como uno de los químicos más importantes. Uno de sus descubrimientos más conocidos tuvo lugar en 1766. Ese año Cavendish observó que cuando mezclaba partículas de zinc con ácido clórico se generaba un gas al que bautizó como 'aire inflamable', y al que ahora conocemos como hidrógeno. Noticia Relacionada estandar No ¿Por qué el agua es transparente? Pedro Gargantilla Una sustancia es transparente cuando deja pasar la luz sin producir grandes cambios en ella y eso es, básicamente, lo que hace el agua Comprobó, también, que si ponía aquel compuesto gaseoso en contacto con el aire se generaba agua. De esta forma, Cavendish descubrió que el agua estaba formada por dos partes de hidrógeno y una de oxígeno, convirtiéndose así en la primera persona en formular la composición del agua. Han pasado casi tres siglos de aquel experimento y en estos momentos sabemos que las moléculas de agua se atraen entre sí y forman lo que denominamos «tensión superficial». Esto se traduce en que las moléculas «más expuestas» se encuentran más unidas, actuando a modo de coraza en relación a las más internas. La cantidad de espuma depende de la cal Si nos fijamos ahora en el jabón , sus moléculas son cadenas largas de átomos que tienen una cola que repele el agua (hidrófoba) y una cabeza que es soluble en ella (hidrófila). Por ese motivo, cuando el jabón entra en contacto con el agua se forman micelas, esto es, esferas en las que todas las cabezas están en contacto con el agua y todas las colas orientadas hacia el interior. Son estas micelas las responsables de la formación de la espuma jabonosa. Ahora bien, las cabezas hidrófilas pueden reaccionar con los iones de calcio y magnesio presentes en la cal del agua. Ambas sustancias químicas tienen carga positiva, por lo que si el agua tiene mucha cal va a existir una gran interacción, que acabará fracturando las micelas. La derivada última de este fenómeno es que el jabón forma menos espuma y se necesita una mayor cantidad de jabón para atrapar la suciedad. Esta explicación desmonta un mito muy popular que atribuye a los jabones y detergentes que hacen más espuma una mejor calidad como producto de limpieza, cuando la realidad es que la espuma que se forma depende de la cantidad de calcio y magnesio presente en el agua. Diferentes durezas de agua Un concepto muy utilizado cuando se habla de la calidad del agua es la 'dureza', la cual guarda una relación directamente proporcional a la presencia de magnesio y calcio que hay disuelto en el agua. La dureza del agua depende en último término de las formaciones geológicas que atraviesa antes de ser captada. Así, por ejemplo, las aguas subterráneas que pasan por acuíferos calizos tienen mayor dureza que aquella que pasa por acuíferos silicitados. MÁS INFORMACIÓN noticia No ¿Por qué no hay dos copos de nieve iguales? noticia Si Pimientos de Padrón: la ciencia detrás de que unos piquen y otros no Esto explica por qué a lo largo y ancho de la geografía española nos encontramos diferentes tipos de dureza del agua, desde un agua muy blanda –como la de Vigo- hasta otra muy dura –la de la ciudad de Málaga-.
