Una fascinante y poco conocida mina de oro romana en la Sierra de Francia
Ubicada cerca de la localidad de El Cabaco , a los pies del monte de la Peña de Francia y dentro del espacio natural protegido de Las Batuecas-Sierra de Francia, se encuentra Las Cavenes , una antigua mina de oro romana catalogada como Bien de Interés Cultural por la Junta de Castilla y León en el año 2002 que, aunque no es tan conocida como Las Médulas, tiene un gran valor histórico. Se cree que los romanos sacaron de aquí alrededor de 200 kilos de este mineral. Fue en los siglos I y II d.C. cuando descubrieron en estas tierras la abundancia de este preciado metal –necesario para fabricar, por ejemplo, monedas–, lo que los llevó a diseñar un curioso método de extracción basado en la fuerza del agua, una técnica diferente a las utilizadas en los ríos (bateo) o en la minería subterránea que cambió el paisaje y dejó huellas en la tierra visibles hoy día. Recorrido por la senda de las Cavenes salamanca emoción En esta zona arqueológica, que mide unas 400 hectáreas y se encuentra escondida en un frondoso bosque de robles, el agua se recogía en los arroyos que nacían en la cumbre de la Sierra de Francia y luego se encauzaba mediante canales hasta los depósitos, los cuales eran sencillas balsas artificiales que se excavaban directamente sobre el terreno. La tierra extraída se utilizaba para hacer los diques. Desde estas balsas se dejaba caer el agua con fuerza por surcos excavados en la tierra y a través de compuertas hasta llegar al frente de explotación, zona donde se trabajaba para extraer el oro. Cabe señalar que los romanos disponían de buenas herramientas, como el diptrae o el corobates (instrumentos para medir niveles), para hacer los canales con la inclinación correcta. Ruta por la mina romana de Las Cavenes salamanca emoción El agua que se arrojaba con fuerza aprovechando el desnivel del terreno llegaba hasta el frente de explotación , donde se distribuía por medio de surcos excavados previamente a mano. Todos ellos se unían en un surco final donde se ubicaba el canal de lavado . A su paso, el agua desgastaba la tierra y arrastraba y deshacía el conglomerado de materiales formado por cantos rodados, arenas y arcillas que contenían pepitas de oro muy pequeñas y finas. Noticia Relacionada estandar No Uno de los mejores murales del mundo está en un pueblo de 180 habitantes J. F. A. / ABC Viajar 'Tritón de Miguelón', una obra del artista sea_162 que decora un estanque en Garcibuey (Salamanca), es una de las cincuenta candidatas al premio anual que organiza la plataforma Street Art Cities El canal de lavado contenía en su fondo una serie de obstáculos, como ramas del árbol de brezo, que hacían que el oro se quedase depositado en el fondo y la corriente de agua se llevaba el resto. El lodo amontonado se arrastraba hasta el final del canal y con ayuda de agua limpia se lavaba para buscar restos de oro. Finalmente, el agua se llevaba lejos del frente de explotación por unos canales de evacuación y allí quedaban los restos estériles. A finales del siglo II tras diversos cambios en el Imperio y con el fin del sistema monetario creado por Augusto las actividades de extracción decayeron y la explotación de Las Cavenes se abandonó. Un Centro de Interpretación y dos rutas Para conocer un poco más este lugar lo primero es dirigirse al Centro de Interpretación de la Minería Romana del Oro. Este espacio permite, a través de sus dos salas, conocer las propiedades del oro, su uso y valor a lo largo de la historia, así como los trabajos de explotación de las minas en la época romana. El centro cuenta con paneles accesibles con información en braille, códigos QR que permiten acceder a la signoguía del espacio y una audioguía destinada a los más pequeños. Imagen del Centro de Interpretación de la minería romana del oro, El Cabaco el cabaco Visto esto es momento de sumergirse en la senda de las minas romanas, la cual permite al visitante acercarse a una de las numerosas zonas de extracción que tuvo la mina de Las Cavenes, así como comprender e interpretar el paisaje resultante de las extracciones desarrolladas aquí en época romana. Existen dos opciones de recorrido : el más corto, de 1,9 kilómetros, que lleva de forma más directa a la zona minera y el segundo, de 2,75 kilómetros, que permite adentrarse, además, en un paisaje con elementos medioambientales de gran valor como un castaño centenario o una charca natural. Ambos comienzan y terminan en el Centro de Interpretación y presentan una escasa dificultad, por lo que se pueden realizar en familia. La duración aproximada es de unos 40 minutos.