El «Movimiento de la toalla» gana la batalla a los chiringuitos 'invasores'

Una calurosa mañana del pasado mes de julio, las playas de la isla de Paros, en el archipiélago de las Cícladas , amanecían llenas de carteles que anunciaban la convocatoria de una concentración ciudadana para ese domingo. El motivo de la protesta dejaba perplejos a isleños y turistas: «devolver la costa a los ciudadanos» y exigir el fin de la «invasión» de las playas por parte de los empresarios de los chiringuitos. Así nacía el 'Movimiento para la liberación de las playas de Paros', conocido por los ciudadanos como ' El movimiento de la toalla ' y que movilizó a una auténtica marea ciudadana que provocó la intervención de la fiscalía, más 1.700 sanciones y 4.500 inspecciones en todo el país. La indignación ciudadana comenzó meses antes, cuando Manolis Psarós, arqueólogo del Eforato de Antigüedades de las Cícladas y responsable de la conservación de los yacimientos arqueológicos de Mikonos, recibió una brutal paliza tras denunciar que uno de los bares de playa más famosos de la 'Isla del viento' había ampliado de forma ilegal sus instalaciones sobre unos restos arqueológicos protegidos . Tras años de abusos por parte de los empresarios del ocio de sol y playa, los griegos empezaban a estar cansados de no poder acceder a sus propias playas. Se trata de un fenómeno común en Grecia: bares y restaurantes del litoral con licencia para escasos metros cuadrados acaban ampliando, de forma ilegal, sus instalaciones, privatizando la costa griega e impidiendo el acceso libre a los ciudadanos, quienes se ven obligados a pagar incluso desorbitadas cifras económicas por alquilar un kit de sombrilla y hamaca. La ley griega, sin embargo, es clara en este aspecto, la costa es bien demanial y cualquier intento de privatizar este espacio es ilegal . La dejadez de las autoridades responsables que se han pasado décadas mirando para otro lado mientras muchos empresarios se llenaban los bolsillos explotando de forma ilícita la costa, son parte importante del problema. MÁS INFORMACIÓN noticia Si El arqueólogo griego que sufrió una brutal paliza de la mafia urbanística no quiere volver a Mikonos En las playas más concurridas del archipiélago, decenas de tumbonas, carpas, incluso enormes camas con dosel, ocupaban toda la extensión de la costa hasta el rompeolas y eran accesibles solo para quienes podían pagar los hasta 150 euros que costaba el alquiler por unas horas de una tumbona. Este jueves, la presentación de un proyecto de ley que viene a reforzar la ley de costas ya existente, puede que suponga el fin a este abuso y que la arena vuelva a ser un bien para todos. Un proyecto de ley contra los abusos Kostis Jatzidakis, ministro de Economía, presentó este jueves en una rueda de prensa el proyecto de ley más esperado por los habitantes de las islas y zonas costeras de Grecia, y que establece estrictas condiciones para el desarrollo costero, al mismo tiempo que garantiza el acceso libre a las playas. «La situación en las playas griegas con las hamacas y las sombrillas es inaceptable», manifestó Jatzidakis durante la presentación. Con la nueva ley, los límites de explotación de la costa se registrarán de forma electrónica , quedando perfectamente delimitadas las áreas de concesión. Además, entre las nuevas medidas se contemplan la ampliación de los servicios de limpieza, la contratación de socorristas, así como la instalación de mecanismos que conviertan la costa en accesible a personas con movilidad reducida. También se ha anunciado el uso de medios tecnológicos como drones y cámaras para asegurar el estricto cumplimiento de la ley. Por otro lado, y como forma de evitar los problemas derivados del reparto de competencias entre la administración central y los municipios, las licitaciones serán asumidas por el ministerio y no por los ayuntamientos, y en ningún caso se realizarán concesiones a dedos . La medida más aplaudida por las asociaciones de defensa de las playas es, no obstante, la que prevé la asignación de recursos necesarios para convertir en «intocables» las playas del litoral incluidas en el registro de zonas protegidas conocido como «Natura».