Un hombre pierde la visión de un ojo tras una agresión homófoba en Chueca

Manuel (nombre ficticio) había pasado una noche agradable. A menos de una semana de cumplir 39 años, este joven, hostelero y drag queen, volvía a casa tras celebrar su pre-fiesta de cumpleaños en la discoteca La Boite, a dos pasos de la plaza del Carmen. Tras despedirse de sus amigos, enfiló solo el camino hasta su domicilio de Chueca, en el que reside junto a su novio. Todo parecía tranquilo hasta que algo llamó su atención: en la confluencia de la calle de Valverde con Gran Vía, un hombre discutía acaloradamente con una mujer. «Él pasó por su lado porque venía un coche y se apartó a la acera», relata a ABC su pareja, sin entender el por qué de la salvaje agresión que sucedería a continuación. El sujeto, alto, corpulento y de raza negra, se volvió contra Manuel y le gritó: «Tú que miras, maricón de mierda». Presa del miedo, decidió pasar de largo: «Hasta que esta persona se acercó por detrás y le pegó un puñetazo en el ojo que lo tiró al suelo». Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del sábado, poco después de las 3.30 horas. Después de asestar el violento golpe, el agresor y su acompañante, una joven de apariencia caucásica, huyeron de inmediato. Tendido en el suelo y con la sangre manando de la zona afectada, Manuel fue asistido por una pareja, que rápidamente llamaron a la Policía Nacional. A su llegada, los agentes dieron el aviso al Samur, cuyos sanitarios asistieron a la víctima de una herida fruto del impacto y la rotura del cristal de las gafas a consecuencia del mismo. Tras ello, fue trasladado a la Fundación Jiménez Díaz, donde los médicos constataron la gravedad de la lesión. A las 11 de la mañana, tuvo que ser operado de urgencia. «Le reconstruyeron el iris y recibió más de 15 puntos de sutura internos», añade su pareja, que por motivos laborales se encontraba fuera de la ciudad el día del ataque. La familia de Manuel recibió la noticia cuando él iba a entrar en quirófano. «Nos quedamos todos en “shock”», prosigue, con la esperanza de que su novio pueda volver a recuperar parte de la visión superado todo el proceso de recuperación: «Los médicos han dicho que tardará un año. Ahora, solo ve una especie de círculos borrosos». El jueves de la semana próxima, será sometido a una segunda intervención, en este caso de trasplante de córnea. A su vez, debe acudir todos los días hasta el centro hospitalario para recibir las curas pertinentes. No puede salir a la calle solo, ni montar en autobús o metro; tampoco trabajar, por lo que deberá estar de baja al menos durante varios meses. «Anímicamente, está destrozado». El domingo, con Manuel todavía ingresado en el hospital, su hermana acudió hasta la comisaría de Centro para interponer la correspondiente denuncia. El escrito, al que ha tenido acceso este diario, está pendiente de ser ampliado por la propia víctima, quien sospecha que la mujer con la que discutía el agresor podría ser una prostituta habitual de la zona.