Polémica tras mencionar Ayuso las «iglesias quemadas en el 36»

La primera pregunta de control al Gobierno realizada por Vox en esta legislatura ha abierto la caja de los truenos. Su portavoz, Rocío Monasterio, preguntó por la exhumación de Franco y recriminó al Gobierno bicolor PP-Cs que se ponga de perfil en lugar de aplicar sus competencias para frenarlo, convirtiéndose en «cómplice de Pedro Sánchez». La presidenta Ayuso quiso responder sin acritud y sin enfadar a quien va a ser su socio necesario en muchas votaciones, y terminó cargando contra Sánchez por abrir este debate de nuevo en España. Se preguntó qué pasará tras sacar a Franco del Valle de los Caídos: «¿Qué será lo siguiente? ¿La cruz del Valle? ¿Todo el Valle? ¿Las parroquias del barrio arderán como en el 36?». Sus palabras pretendían dar una respuesta que contentara a Vox, cuya líder Rocío Monasterio acababa de reprocharle su silencio ante esta ley y su actitud «cómplice» con Pedro Sánchez en lo relativo a la exhumación de Franco. Aplicar sus competencias A juicio de Monasterio, la Comunidad cuenta con competencias para frenar esta iniciativa: puede personarse como interesada, presentar un recurso de nulidad o subsanación ante el Tribunal Supremo, o un requerimiento al Consejo de Ministros por lo que considera una invasión de competencias contra el «sectarismo ideológico» de Sánchez. Díaz Ayuso negó cualquier complicidad con Sánchez: dijo que le «espanta» la Ley de Memoria Histórica y «tener que remover heridas o abrirlas», pero insistió en que la Comunidad no puede hacer nada para evitar la exhumación porque con la ley en la mano, corresponde al Estado esta potestad en caso del traslado de restos cadavéricos. Vox considera que esto no es así dado que el cadáver de Franco está embalsamado, lo que le confiere un tratamiento distinto. Afeó a «la izquierda española» volver al asunto de Franco cuando «los que sí vivieron ese periodo decidieron pasar página. ¿Quiénes se creen que son para saber mejor qué sentían o pensaban quienes se fundieron en un abrazo en el 78?». No obstante, la frase de la presidenta sobre las iglesias quemadas abrió de inmediato una fuerte polémica, en la que terció, a favor de Díaz Ayuso, el vicepresidente Ignacio Aguado (Cs): tras recordar que «lo de que en el año 36 ardieron iglesias es una certeza, una realidad», añadió: «Lo que también es una certeza y una realidad es que este Gobierno regional va a hacer todo lo posible para que no vuelvan a arder en 2019 como consecuencia de que haya alguien que quiera imponer su ideología sobre otras». Aguado lamentó que «siempre que llegamos a una campaña electoral, sale el tema de Franco y de sus huesos». Recordó que «yo tengo 36 años y Franco lleva más de 40 años muertos; a mi me preocupan mucho más las pensiones, la dependencia, la educación de nuestros hijos»... La polémica fue aprovechada de inmediato por Más Madrid, que ayer mismo registró una pregunta y una petición de información en la Asamblea sobre el «peligro real e inminente de que ardan parroquias en la Comunidad de Madrid».