Nuevo revés para el mundo de la interpretación. La joven actriz irlandesa Nika McGuigan ha fallecido a los 33 años tras no conseguir superar un cáncer. La intérprete, cuyo nombre completo era Danika y que trabajó en un gran número de proyectos a lo largo de su vida, es también conocida por ser la hija del célebre boxeador Barry McGuigan, campeón del mundo de peso pluma y uno de los grandes artífices de la llegada de la paz a Irlanda del Norte en los ochenta, cuando ayudó a conciliar a los protestantes y católicos del país.
Nika McGuigan
Tal y como publica «Mirror», McGuigan llevaba varios años luchando contra el cáncer. Consiguió superar una leucemia cuando era adolescente, pero el cáncer volvió a atacarla años después y en esta ocasión, la joven no lo pudo vencer. De acuerdo con el citado medio, la intérprete falleció «en la mañana» del martes.
A través de un comunicado difundido por la familia, el núcleo más cercano a McGuigan ha pedido «completa privacidad» para poder afrontar la muerte de la actriz. La intérprete llevaba casi dos décadas en la industria audiovisual. Tuvo su primer papen en el año 2000, cuando interpretó a la pequeña Barmaid en el drama británico «Malicious intent».
Tras ello, la joven tomó parte de series tan exitosas como «Los Tudor», la ficción creada por Michael Hirst, el padre de «Vikingos». También participó en la aclamada película «Philomena», de Stephen Frears, protagonizada por Judi Dench y Steve Coogan y nominada a cuatro Oscar. Asimismo, McGuigan fue parte del thriller «Traders», que protagonizó junto a John Bradley, Sam Tarly en «Juego de Tronos». Además, apareció en otras películas de éxito como «Mammal», nominada a dos premios IFTA (los equivalente a los Bafta en Irlanda).
Nika McGuigan, con Barry McGuigan durante una «premiere» - BBC
Aunque sin duda, el que quizá sea su papel más exitoso lo tuvo en la serie «Can't Cope, Won't Cope», una dramedia adolescente que protagonizó junto a Seána Kerslake y que fue nominada a cuatro IFTA. En los próximos meses, tenía pendiente estrenar su última película, «Wildfire», dirigida por la cineasta Cathy Brady, que estuvo al frente de varios episodios de «Can't Cope, Won't Cope» y que había confiado en McGuigan para su nuevo proyecto.