El Málaga sigue sin ganar como local y el Rayo Vallecano de visitante, tras empatar a un gol un partido con ocasiones por las dos partes, pero que solo acertaron el defensa malaguista Miguel Ángel Cifuentes y el centrocampista del conjunto rayista Embarba.
El equipo malagueño salió muy concentrado, presionando en el centro del campo, tocando y jugando con rapidez por las bandas, que sorprendió al conjunto rayista, algo contemplativo.
El centrocampista Adrián González, avisó con un disparo y seguidamente un jugada llevada con rapidez entre Juanpi, Sadiku, Adrián y el pase de este, cruzado, lo aprovechó el lateral derecho Cifu, para adelantarse a su par y marcar.
Habían pasado solo siete minutos y el Rayo, oscurecido, quiso salir del letargo con alguna llegada al área malaguista, aunque sin excesivo acierto.
El Rayo cogió el mando del partido, asumiendo que el Málaga bajó sus prestaciones, aunque los errores atrás le podían condenar y una exquisitez del centrocampista uruguayo Juanpi Añor, desde la frontal del área, con el guardameta Alberto García, adelantado, se sacó de la chistera una vaselina que sorprendió, pero no llegó a su destino.
La primera acción de peligro del conjunto madrileño llegó en el minuto 27 por parte del delantero malagueño José Ángel Pozo, que disparó raso y la mano izquierda del guardameta marroquí Munir Mohan, evitó el empate.
El Málaga, a pesar de los problemas para construir, no se diluía y con el trabajo del delantero albanés Armando Sadiku, que ofrecía pases excelentes como el que no aprovechó Juankar, que se encontró las manos del guardameta Alberto García.
Las ocasiones malaguistas se sucedían y Sadiku, erró un centro de Adrián, en el área pequeña.
El técnico del Rayo, Paco Jémez, movió el banquillo, tras el descanso con la entrada del delantero Bebé por Andrés Martín, que entró revolucionado con un lanzamiento lejano que repelió el poste.
Se veía superior en los primeros minutos y a la segunda llegada, un centro por la izquierda de Saúl García, fue rematado por Embarba, consiguiendo la igualada, en el minuto 53.
El partido se abrió, con embestidas por parte de los dos equipos, aunque más entero el Rayo y mejor dotado técnicamente, pero el cansancio nubló las ideas de ambos ofensivamente, que se tradujo en unas escasas tablas, que al Málaga le dejan con cinco partidos sin ganar.
