Cuando la Navidad se acerca a su recta final, hay un dulce que vuelve a ocupar el centro de la mesa: el roscón de Reyes. Un dulce que marca el final de las fiestas y que, año tras año, vuelve a ocupar el centro de la mesa con la misma ilusión de siempre. Da igual si se comparte en el desayuno del 6 de enero , en una sobremesa que se alarga o como excusa perfecta para reunir a familia y amigos: partir el roscón sigue siendo uno de esos gestos que anuncian que la Navidad se despide. En los últimos años, el panorama pastelero sevillano también ha vivido su propia evolución. A las confiterías históricas que llevan décadas defendiendo recetas reconocibles se han sumado nuevos obradores y panaderías que trabajan el roscón desde otros códigos: masas más ligeras, fermentaciones largas, materias primas bien seleccionadas y rellenos que van más allá de la nata clásica. Crema, chocolate, turrón, pistacho o versiones más personales conviven hoy con los roscones de toda la vida, ampliando el abanico sin romper el ritual. Porque, al final, lo que permanece intacto es el gesto: partir el roscón, buscar la sorpresa, esquivar el haba y cerrar la Navidad con un sabor que todos reconocemos. Sabemos que en Sevilla hay muchos roscones —y muy buenos—, pero esta no pretende ser una lista definitiva. Es la selección personal de nuestro editor, Álvaro Salinero, basada en su propio recorrido por obradores, confiterías y panaderías de la ciudad. Clásicos que nunca fallan, proyectos más recientes y ediciones que solo aparecen unos días al año. Una guía pensada para elegir bien dónde comprar el roscón con el que despedir las fiestas… a la sevillana. Manu Jara es, desde hace años, uno de los nombres más recurrentes cuando se habla de roscones en Sevilla. Su propuesta parte del roscón tradicional —masa esponjosa y aromática—, pero se abre a una lectura más amplia del dulce, donde la fruta confitada deja paso a otros ingredientes y rellenos que han ido ganando protagonismo con el tiempo. En su oferta conviven el roscón clásico sin relleno con versiones de chantilly, crema tostada, caramelo o chantilly de pistacho , además de opciones con chocolate o fruta. Todos se elaboran en un formato único, de aproximadamente 1,2 kilos, pensado para 8 a 10 personas, y con precios que oscilan entre los 38 y lo s42 euros. El roscón sin relleno es el más sencillo de la gama, mientras que los rellenos se sitúan en un escalón superior dentro de su catálogo. Durante la campaña de Reyes también preparan roscones en tamaño mini, una opción para quienes prefieren no compartir o buscan un formato más reducido. A estas elaboraciones se suman otros clásicos de su obrador en estas fechas, como sus famosos panettones , que completan una oferta claramente ligada al calendario navideño. Los roscones de Manu Jara se elaboran en cantidades limitadas y es recomendable reservar con antelación. Las reservas pueden realizarse tanto a través de su web como en sus dulcerías, con un plazo mínimo de entrega de 48 horas, sujeto a disponibilidad hasta fin de existencias. Durante años, la confitería Ochoa ha sido una referencia constante cuando se mencionan los roscones de Reyes más buscados de la ciudad, una reputación construida a base de oficio, continuidad y una producción completamente artesanal. Todos sus roscones se elaboran en su propio obrador, siguiendo recetas tradicionales y con especial atención a la masa y a la decoración. La fruta escarchada, preparada por ellos mismos, es uno de los rasgos más reconocibles de la casa y aporta ese aspecto clásico que muchos asocian directamente con la Navidad sevillana. En cuanto a los rellenos, Ochoa ofrece versiones de nata, trufa, crema pastelera, cidra y el roscón clásico sin relleno, cubriendo así tanto a los más puristas como a quienes buscan una versión más golosa. En plena Puerta Osario, Cakes & Go introduce una mirada distinta al roscón de Reyes desde un obrador de inspiración americana, más conocido durante el resto del año por su bollería y repostería de corte internacional, como cupcakes y bizcochos con distintos glaseados. Para Reyes, la casa propone un roscón de estilo propio, con una masa algo más baja y extendida de lo habitual y un perfil más dulce, donde los aromas cítricos pasan a un segundo plano. La miga, suave y uniforme, recuerda más a un bizcocho tierno que a un roscón clásico, una característica que marca la personalidad de esta propuesta y la diferencia claramente de las versiones más tradicionales que conviven en la ciudad durante estas fechas. En cuanto a los rellenos , la casa ofrece varias versiones: crema imperial con yema, pistacho y Lotus, además del clásico de nata, que es con el que nos quedamos. El roscón de Ángel Puchi se mueve en un terreno muy reconocible para quienes buscan una versión fiel a la tradición, con una ejecución precisa y sin desviarse del recetario clásico. Se elabora a partir de una masa de brioche donde la mantequilla tiene un papel central y se percibe con claridad en boca. A nivel aromático, aparecen notas de anís, azahar y fruto seco tostado, presentes tanto en el olor como en el sabor, construyendo un conjunto equilibrado y coherente. Un roscón pensado para quienes valoran la textura, el perfume y la limpieza de una receta bien entendida. Esta elaboración fue reconocida en Gastromium 2024, donde se alzó con el premio en la categoría creativa , consolidando el nombre de Ángel Puchi también en el terreno del roscón de Reyes. El roscón se ofrece bajo pedido, disponible para recogida en su punto de Sevilla de la calle Zaragoza, y forma parte de una producción cuidada y limitada para estas fechas. Los roscones de Anna Pastelería Artesana se han convertido en uno de los más buscados de Sevilla estas Navidades. Tanto, que las reservas ya están agotadas y no se admiten nuevos encargos, una señal clara del seguimiento que tiene este pequeño obrador del Tiro de Línea. La propuesta parte de una elaboración completamente artesanal, trabajada en su propio obrador, y se apoya en una masa cuidada, equilibrada y reconocible, fiel a la tradición. Una forma de entender el roscón que ha ido ganando adeptos más allá del barrio, hasta consolidarse como uno de los nombres propios de esta campaña de Reyes.