Alderete busca el podio olímpico
En septiembre de 2018 el judoca matancero Iván Felipe Silva (división de 90 kilogramos) conquistó su primera medalla en un campeonato mundial de mayores, una plata en la versión efectuada en Bakú, Azerbaiyán. Cuatro años después, en octubre de 2022, el también yumurino Andy Granda (+100 kilogramos) se colocó en la cima del certamen universal de Taskent, Uzbekistán, con su corona. En esas dos actuaciones, incluidas en lo mejor del judo masculino antillano en su historia, estuvieron las orientaciones y las enseñanzas de Julio Alderete, jefe del colectivo técnico desde hace más de siete años.
El santiaguero, explícito y de palabra pausada, conversó con Juventud Rebelde sobre el recorrido internacional de sus discípulos en 2024, el pasado Open Panamericano de Varadero y las dos competiciones más importantes de los próximos meses: el Campeonato Mundial en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos (del 19 al 23 de mayo), y los Juegos Olímpicos en París, Francia (del 26 de julio al 11 de agosto).
— Entre enero y marzo realizaron un campo de entrenamiento en Hungría, como se ha hecho habitual, y varias figuras participaron en fuertes certámenes en Francia, Azerbaiyán, Uzbekistán, Austria, Georgia y Turquía.
—Antes de empezar este año, nuestros atletas apenas tenían puntuaciones, pues durante varios meses de 2023 los objetivos competitivos estaban enfocados en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, de San Salvador, y luego en los Juegos Panamericanos de Chile. Esto nos afectó un poco en el aspecto de la puntuación. Al comenzar el año salimos rumbo a Europa y uno de los propósitos que tuvo la preparación allí fue intervenir en todas esas lides que mencionaste para conseguir la mayor cantidad de unidades para el ranking olímpico. El diseño del plan de entrenamiento se centró también en el Campeonato Panamericano —concluido recientemente en Río de Janeiro, Brasil.
«Con todos estos eventos se garantizó el siempre necesario fogueo internacional de nuestros judocas con vistas a los Juegos Olímpicos. En los casos de Andy y Silva, los mejores posicionados en sus respectivos rankings, fueron medallistas en algunos de estos certámenes en Europa, y el resto de los representantes continuaron su trabajo en pos de mejorar lugares en el escalafón.
«Nosotros también tenemos como objetivo fundamental darle cumplimiento al plan técnico-táctico de cada atleta, es decir, poner en práctica lo
trabajado en la preparación para ver si están o no en una forma deportiva óptima. Granda e Iván, de acuerdo con la etapa, cumplieron los elementos evaluados, aunque siempre aspiramos a que suban al podio de premiación».
—¿Cómo evalúa la más reciente edición del Open Panamericano de Varadero?
—Es un evento muy importante para el colectivo técnico, ya que nos permite evaluar a los integrantes de la selección nacional, a los que están en el Centro técnico y a los que se encuentran en sus provincias. Es una muy buena oportunidad para los judocas que componen la reserva, ellos, en definitiva, son parte del futuro de este deporte en Cuba en los próximos ciclos olímpicos. Observamos a varios jóvenes que realizaron un muy buen desempeño en este Open que, te repito, es muy valioso para las categorías juveniles y cadetes, pues les permite a los muchachos ganar en experiencia competitiva internacional.
—Cada vez falta menos para el Mundial de Abu Dabi y París 2024. ¿Qué certámenes tendrán antes sus discípulos?
—Estarán en dos grand slams —este fin de semana concursan en Kazajistán Jonathan Charón y Orlando Polanco. Posteriormente participarán en el evento del orbe de Abu Dabi, un escenario ideal para que se midan con los mejores del mundo en sus divisiones. Pero el objetivo número uno es que el judo masculino cubano regrese al podio olímpico.