El motivo por el que Bayona decidió que el fallecido Numa Turcatti fuera el narrador de 'La sociedad de la nieve'

«El 13 de octubre de 1972, un avión uruguayo se estrelló en la cordillera de los Andes. A bordo viajábamos cuarenta pasajeros y cinco tripulantes. Unos dicen que fue una tragedia, otros hablan de un milagro. ¿Qué pasó realmente? ¿Qué pasa cuando el mundo te abandona? ¿Cuando no tenés ropa y te estás congelando? ¿Cuando no tenés coida y te estás muriendo? La respuesta está en la montaña. Hay que regresar al pasado sabiendo que el pasado es lo que más cambia». Estas son las palabras que abren 'La sociedad de la nieve' , la película de J.A Bayona que recrea el accidente de los miembros del equipo de rugby 'Old Christians' de Montevideo y sus familiares y amigos de camino a Santiago de Chile. Las pronuncia Enzo Vogrincic , quien en la cinta interpreta a Numa Turcatti, uno de los pasajeros, de por entonces 24 años -cumplió 25 en los Andes- y que falleció en el fuselaje varado en el 'Valle de las lágrimas'. ¿Por qué entonces Bayona eligió a Numa y no a uno de los 16 supervivientes para ejercer de voz en off y, por ende, en protagonista de la película? Hay infinidad de motivos para honrar de esta forma la memoria de Turcatti. Noticia Relacionada estandar No Curiosidades de la tragedia de los Andes en la que se basa 'La sociedad de la nieve' María Carbajo La película de J.A. Bayona, candidata a representar a España en los Oscar, narra el accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya en 1972 ¿Por qué es Numa Turcatti el narrador? Numa Turcatti estaba acabando la carrera de derecho cuando surgió la idea del viaje a Chile. Él no formaba parte del club de rugby y ni siquiera había estudiado en el Stella Maris, el colegio común de muchos de los demás pasajeros. Sin embargo, conocía a Gastón Costemalle , quien sí jugaba en el Old Christians y le invitó, como a Pancho Delgado , a unirse al vuelo porque había plazas que cubrir. Pese a no conocer a nadie más de los pasajeros, Numa se mostró, desde el minuto uno tras el accidente, dispuesto a ayudar en todo lo necesario y se fue ganando poco a poco el cariño de todos por su predisposición, amabilidad y profundos valores. No en vano, en su libro 'Tenía que sobrevivir', Nando Parrado habla así de Numa: «Aunque la mayoría no le conocíamos antes del accidente, se había ganado rápidamente la amistad y la admiración de todos los supervivientes. Numa dejaba sentir su presencia a través de actos heroicos silenciosos: nadie luchó tanto por que sobreviviéramos , nadie nos inspiró tanta esperanza y nadie mostró tanta compasión por quienes más sufrían». Queda claro, por tanto, el impacto que Numa tuvo en sus compañeros de viaje y el motivo por el que Bayona decidió que fuera 'él' quien contara la historia. Porque, además, el cineasta tenía claro que esta película debía de servir de homenaje a los que murieron en la montaña y no se iba a centrar únicamente en la gesta. Código Desktop Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de JA Bayona (@filmbayona)

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Y el significado de Numa para el resto del grupo juega un papel clave en esa idea. Fue el último en morir allí arriba. Salió ileso del accidente pero se hirió tras el alud tratando de ayudar a sus compañeros, lo que le condenó a morir extremadamente debilitado, pesando apenas 35 kilos , el 11 de diciembre, casi dos meses después de estrellarse. El dolor por su pérdida fue el detonante para que Parrado, Canessa y Tintín iniciaran al día siguiente la expedición que culminaría con el rescate de los 16 que sobrevivieron. En sus mentes, una frase: «No hay mayor amor que aquel que da la vida por sus amigos», lo que había escrito Numa Turcatti el día de su muerte. Su impacto, su lección y su cariño acompañaron para siempre a los que lograron salir vivos del infierno.