Alcaraz, firme en su debut ante Nishioka
PESTAÑA alcaraz-nishioka-paris-bercy-2022 Crónica 4 De ingrato recuerdo este territorio, Carlos Alcaraz quiere en esta edición responder a todas aquellas voces críticas que lo anularon en el partido contra Hugo Gastón de 2021. Le pudo una pista contra él, pero un año después se ha convertido en un tenista querido por todos. Por carisma y por tenis, sobre todo por tenis. Con ese que lo ha llevado hasta ser número 1 del mundo en apenas un año de explosión, con dos Masters 1.000 (Miami y Madrid) y su primer Grand Slam, un US Open para desbaratar todas las incógnitas que había suscitado después de un muy buen inicio de curso. Masters 1.000 París-Bercy Carlos Alcaraz 6 6 Yoshihito Nishioka 4 4 Quiere acabarlo a lo grande, defendiendo ese número 1 que recogió justo antes de debutar en el último Masters 1.000 de este 2022, de donde salió escaldado, al que ha regresado con potencia y superioridad. Fuera dudas de problemas complicados en la rodilla, más allá de unas tiras médicas, con un partidazo ante Nishioka. El saque dirigido de zurdo del japonés hizo de las suyas en el inicio del partido, pero la firmeza de pasos y de muñeca de Alcaraz lo anularon. En el quinto juego, break del español con esos latigazos que acuchillan el aire y que al japonés se le fueron haciendo un mundo. El 38 del mundo mostró trucos, un buen abanico de golpes aparentemente dóciles que se envenenaban con efectos. Alcaraz se atrapó por momentos, trece errores no forzados en los primeros ocho juegos daban la muestra de que no estaba cómodo del todo con el juego del rival. Pero tenía esa aura, y esa calidad, para descomprimir el partido en cualquier momento. Un restazo casi en la grada, una carrera de las suyas y una derecha impecable que superó a Nishioka en la red fue el punto de inflexión que necesitaba: segundo break en el noveno juego y el camino se allana. Nishioka ofreció la misma resistencia en el segundo set. Mismos trucos y buena imagen. Alcaraz supo tener paciencia, aun sabiendo que había mejor tenis en su mano que la del japonés. Encontró el arreón, como en el primer parcial, justo en el octavo juego. Un break, un parcial de diez puntos a dos y a segunda ronda en una hora y 11 minutos. Una treintena de ganadores y 23 errores no forzados, hay que engrasar la máquina, pero nada mejor que una buena victoria para desentumecerse y añadir rodaje competitivo.