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Ya está dicho, pero se puede repetir: la maternidad y la gastronomía están muy de moda entre los guionistas. O sea, entre sus materias preferidas, no que les haya dado por parir y cocinar. El estreno de esta semana sobre 'el tema' de la cocina es una comedia, es francesa y contiene ese plus de lo social que la hace, además de divertida, vistosa y correcta. Una mujer, exigente y puntillosa chef que busca trabajo, lo encuentra en el restaurante de un centro para jóvenes inmigrantes, que, naturalmente, tienen otros problemas y otras prioridades que las de utilizar correctamente los cubiertos.
Valoración de ABCPlay
Oti Rodr�guez Marchante
Con este punto de arrancada no era difícil conectar con otros asuntos como la ilusión por aprender, la superación de obstáculos, la lealtad y el compañerismo cuando la chef y sargento de cocina decide que todos esos jóvenes pueden dar lo mejor de sí mismos si se dedican a organizar platos en vez de a romperlos. La intención del director, Louis-Julien Petit, es buena y también es buena la protagonista, Audrey Lamy, veterana actriz con ese don para fundir simpatía y antipatía en el mismo plano. La estructura de la película, su dirección y sentido, es la habitual del cine de progreso (entendiendo progreso por superación, y no por politiqueo), sea en el canto, en el baloncesto, en el baile de salón o en el kárate kid. 'La brigada de la cocina' es simpática, controla los obstáculos a superar, da una buena imagen de los jóvenes inmigrantes y le permite al espectador salir de ella con una idea sin prejuicios sobre la salsa boloñesa.