'Wozzeck', el desafío escénico que cierra la temporada del Palau de les Arts de Valencia

Es el título llamado a cerrar por todo lo alto la temporada del Palau de les Arts de Valencia. 'Wozzeck', de Alban Berg, es un reto artístico pero también una prueba de fuego para el coliseo a la hora de atraer al espectador a una complicada composición que se encuentra entre las 70 óperas más interpretadas del siglo XXI. El espectáculo, que se estrena este jueves 26 de mayo en el centro, es de una espectacularidad que apenas se recuerda recientemente en Les Arts. Con una escenografía de más de 20 toneladas -entre la que destaca la representación de una casa de seis mil kilos y una cortina de agua de 450 metros- y más de 200 artistas sobre el escenario, 'Wozzeck' también supone el estreno del maestro nortemaricano James Gaffigan en el foso tras ser elegido director musical del auditorio. Pero no todo ha sido de color de rosa para un montaje que también se representará los días 29 y 31 de mayo y 3 y 5 de junio. La huelga convocada por parte de los trabajadores del coliseo ha hecho tambalear el estreno previsto para este jueves. Ayer a última hora de la tarde, la plantilla del auditorio decidió desconvocar el paro aunque anunció que mantiene la huelga prevista para la función del 3 de junio. La razón de las movilizaciones es el retraso de la aprobación del Convenio Colectivo de los trabajadores del ente y de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), que la plantilla lleva esperando meses. No es la primera vez que el comité de empresa muestra su malestar. Ya realizaron una concentración frente al coliseo cuando se celebró la gala de los Premios Goya en Valencia el pasado 12 de febrero. Además, lograron que el 10 de abril se retrasara más de media hora la representación de 'Macbeth'. Aún así, Les Arts ha reunido a un elenco de prestigiosas voces del repertorio alemán que junto con el Cor de la Generalitat y la Escolania de la Mare de Déu dels Desemparats, se enfrenta a un espectáculo cuya dirección de escena ha recaído en Andreas Kriegenburg. El creador alemán apuesta por profundizar en la psicología del alma asustada y atormentada de Wozzeck, utilizándolo para describir la violencia de la pobreza y hasta qué extremo la pobreza puede paralizar el alma de una persona. “Mostramos el mundo tal como es a los ojos de Wozzeck. Un mundo grotesco, violento, malévolo, monstruoso y distorsionado, tal como él lo percibe en sus miedos. A sus ojos, solo Marie y su hijo son personas reales a las que ama y de las que espera volver a ser amado. Todos los demás personajes que encuentra en la ópera parecen haber surgido de una oscura historia de terror”, explica Kriegenburg. La escenografía ha sido diseñada por el alemán Andreas Kriegenburg - ABC El barítono sueco Peter Mattei debuta en el Palau de les Arts de Valencia con la compleja interpretación de 'Wozzeck'. El cantante, desde su aplaudido debut del papel en el Metropolitan de Nueva York, se erige como el intérprete de referencia tanto en el plano vocal como en el escénico del atormentado soldado de la ópera de Berg. Asimismo, la soprano holandesa Eva-Maria Westbroek encarna a Marie y el británico Christopher Ventris canta el rol de Tambor Mayor. El bajo-barítono alemán Franz Hawlata (Doctor) y el tenor alemán Andreas Konrad (Capitán) conforman el elenco principal que se completa con Tansel Akzeybek (Andrés), Patrick Guetti (Primer aprendiz), Yuriy Hadzetskyy (Segundo aprendiz), Joel Williams (Un loco), Alexandra Ionis (Mararet) y Jorge Franco (Un soldado). La historia del soldado 'Wozzeck' La ópera de Alan Berg relata una historia real, la del soldado Johann Christian Woyzeck. Un drama de denuncia social y tintes psico-médicos que inspiró a Karl Georg Büchner para escribir, hacia 1836, la que se considera primera tragedia expresionista en lengua alemana, a pesar de haber quedado inconclusa. El punto de partida de la ópera es el Wozzeck, que ha tenido un hijo con Marie, una antigua prostituta, y sirve de cobaya de los experimentos de un médico y es víctima de alucinaciones que lo distancian de Marie. A partir de ahí, se narra un drama con tintes sociales. Con este título, además, el Palau de les Arts se ha convertido en escenario de una fiesta con música electrónica con 'dj' y servicio de restauración. El pasado lunes, y con motivo del preestreno para menores de 29 años, el auditorio organizó una fiesta en la pasarela de entrada al edificio después de la función.