La Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Alicante ha calificado como «milagrosas» las lluvias de entre 20 y 100 litros caídas entre el viernes y el lunes en el interior y la costa alicantina y destacan que permiten ahorrar el 15% del riego anual en la Vega Baja, devuelven la viabilidad a las viñas de uva moscatel en la Marina Alta y aumentan el calibre de nísperos, granadas y uvas en la Marina Baixa, el Camp d'Elx y el Medio Vinalopó.
Con 102 litros por metro cuadrado de media en la comarca, la lluvia ha roto en parte la sequía en una zona tradicionalmente húmeda. «La sequía era fuerte y ha venido muy bien a lo que queda de almendra, la viña y el olivo. Podemos decir que se ha salvado la mitad de la cosecha de uva moscatel y asegurado durante unos meses el 70% de este cultivo», asegura José Juan Reus, vicepresidente y portavoz de vinificación de la entidad. Reus sostiene no obstante que para garantizar la recogida del 100% esta variedad en agosto «han de caer otros 20 ó 30 litros en abril». También celebra que el agua haya aportado fuerza a los frutales de Gata de Gorgos.
En la Marina Baixa, las lluvias han dejado entre 60 y 90 litros por metros cuadrado entre el viernes y el lunes, lo que ha permitido consolidar la campaña del níspero y aumentar el calibre de los frutos. «Ha beneficiado mucho y asegura nísperos de buen tamaño en la recogida, que empieza ahora en la variedades primerizas y termina a finales de mayo», explica Rafael Gregori, vocal de ASAJA Alicante para este sector. Celebra también la aportación a los acuíferos y la recuperación de las Fuentes del Algar, de manera que se aleja el fantasma de las restricciones al riego que empezaba a tomar forma desde mediados de febrero.
Por último, entre 70 y 100 litros de «lluvia perfecta» han recibido los olivos y cerezos del norte de Alicante, en la zona de Vall de la Gallinera y Planes, informa Tere Alemany, técnico de ASAJA Alicante. «Es muy positivo porque después de tantos meses de sequía ha llovido de forma que no se ha perdido ni una gota. Agua sin arrastres, perfecta para la cereza y muy beneficiosa para el olivar», apunta Alemany. Dado que la cereza comienza ahora la floración, la especialista considera que más lluvia «podría complicarla porque la humedad afecta a la polinización».