Djokovic, una coartada con lagunas
Este domingo, cuando ya haya despertado el lunes en Australia, se conocerá el desenlace del culebrón Djokovic, un serial frenético que ha tenido a medio planeta pendiente del mejor tenista del mundo y que ha derivado en un conflicto diplomático del que se hablará largo y tendido en las próximas semanas. El caso es que sobre la medianoche española, quizá incluso de madrugada, habrá veredicto, una resolución al recurso presentado por el serbio después de que se le privara la entrada en Australia pese a contar con una exención médica. De todos modos, no tiene muy buena pinta el asunto para Djokovic, cuya coartada presenta lagunas y un baile de fechas que no le beneficia especialmente.
La historia, en esencia, ya es conocida por todo el mundo, pero hay alguna novedad relevante que sirve para entender, o al menos intentarlo, cómo se ha podido llegar a este extremo. Este sábado se supo, más bien se confirmó, que Novak Djokovic recibió la exención médica para entrar en Australia después de haberse contagiado de Covid-19 el pasado diciembre. Los abogados del serbio así lo publicaron en un documento presentado a los jueces: «La fecha de la primera prueba PCR positiva de Covid se registró el 16 de diciembre de 2021». De este modo, el 30 de diciembre se le concedió el permiso necesario, desde Tennis Australia, para viajar a las antípodas «porque se había recuperado recientemente de Covid» y ya habían pasado 14 días de la prueba de PCR positiva. Además, el campeón de 20 Grand Slams «no había tenido fiebre ni síntomas respiratorios» en las 72 horas previas. Los letrados sostienen que el certificado de exención médica fue «proporcionado por un panel de Revisión Médica de Expertos Independientes encargado por Tennis Australia» y que «la decisión de ese panel había sido revisada y respaldada por un Panel de Revisión de Exenciones Médicas del Gobierno del Estado de Victoria».
El problema está en las fechas. El 14 de diciembre, el líder de la ATP asistió a un partido de la Euroliga de baloncesto entre el Estrella Roja y el Barcelona en un pabellón abarrotado en Belgrado. Fue fotografiado abrazando a varios jugadores de ambos equipos, incluidos algunos que poco después dieron positivo, y ahí pudo contagiarse. De ser cierto que el 16 de diciembre Djokovic contrajera coronavirus, llama la atención que ese mismo día estuviera en un acto, la presentación de un sello con su imagen -se podría pensar que el resultado de la PCR se le comunicó después del evento-, pero más especialmente que el 17 asistió a una ceremonia en Belgrado con jóvenes jugadores. La Federación de Tenis de Belgrado anunció ese día en su página de Facebook que «el mejor tenista del planeta y poseedor de 20 títulos de Grand Slam» entregó las copas y los diplomas a los jóvenes galardonados de la capital serbia en la temporada 2021 con la presencia del jugador. «Sólo los niños galardonados asistieron a la entrega de las copas en el Centro de Tenis Novak de Dorcol (Belgrado), debido a las medidas sanitarias relacionadas con la pandemia de coronavirus», se lee en este comunicado. La publicación contiene varias fotos de Novak Djokovic que posa con funcionarios de la Federación y una veintena de adolescentes. Ninguno de ellos lleva máscara de protección. Hubo incluso un tercer acto público con presencia del campeón serbio: una charla con otros personajes relevantes del deporte local como el entrenador de baloncesto Zeljko Obradovic. A todas estas, para solicitar la exención médica era necesario presentar la documentación antes del 10 de diciembre, casi una semana antes del positivo de Djokovic.
Un fallo desfavorable hoy supondría su salida inmediata del país y podría tener consecuencias muy negativas para alguien cuya relación con Melbourne era idílica (nueve veces campeón ahí). La Fuerza Fronteriza de Australia señaló que «una persona cuyo visado fue cancelado puede estar sujeta a un período de exclusión de tres años que impide la concesión de un nuevo visado temporal».