Ni maquillaje para ellas ni superhéroes para ellos: la guía del ministerio de Garzón para evitar los juguetes sexistas
Elegir juguetes con tonos y colores neutros en lugar de optar por el clásico azul-rosa, potenciar la cooperación con juguetes que impliquen el juego en equipo o fomentar la creatividad con actividades que requieran de esfuerzo y paciencia. Son algunos de los consejos que el Ministerio de Consumo, encabezado por Alberto Garzón, ha lanzado este viernes mediante una guía para la elección de juguetes sin estereotipos sexistas, que ha elaborado con la colaboración de Yolanda Domínguez, artista visual experta en comunicación y género.
El manual pretende servir de ayuda a los adultos a la hora de comprar juguetes para los más pequeños, así como «permitir que los niños desarrollen toda su potencialidad sin estereotipos», en palabras de Alberto Garzón, que ha participado de forma telemática en la presentación. «Muchas veces el padre y la madre no se dan cuenta y lo que pretendemos es dar conocimiento de que se pueden tomar mejores decisiones de consumo», ha expuesto el ministro.
Así, la guía da ciertas recomendaciones para que la compra de juguetes para menores no perpetúen estereotipos sexistas —aquellos que marcan que hay juguetes para niños y juguetes para niñas—. Por ejemplo, para los más pequeños se recomienda apostar por sonajeros, alfombras con sonidos suaves, piezas con formas redondeadas, vehículos sin motor o piezas de construcción mientras que se pide escapar de los juguetes y prendas rosas y azules o aquellos que están diferenciados por sexos.
La guía propone como buena elección las pizarras para dibujar, los muñecos, muñecas y animales en escenarios o los juegos de mesa en equipo. Pero pide prestar atención a aquellos que están centrados en la belleza y sexualizados para las niñas y en los juguetes bélicos y figuras de superhéroes para niños. Tampoco recomienda los juegos competitivos, sedentarios o que favorezcan el consumismo.
«El sexismo no solo está en los pasillos o los colores, año tras año va adoptando formas diversas y puede pasar desapercibido aunque segmente los juegos y los juguetes todavía más», asegura el manual, que pone ejemplos como el empleo de diminutivos ('mini', 'peque', 'little') en juguetes para niñas o de superlativos ('ulta', 'multi', 'extreme') en los juegos para ellos o los ritmos diferenciados, siendo actividades estáticas y lentas la mayoría que se ofrecen para las niñas (armario, manicura, pedicura) y de rapidez y acción para los varones (circuitos, estadios, 'fast', 'challenge').
No solo daño físico
«La función del juguete en sí no es sexista, pero sí lo es la forma de venderlo o el hecho de que no sea accesible para todos», ha explicado Yolanda Domínguez durante la presentación, al tiempo que ha reclamado que se tenga en cuenta también el daño al desarrollo de la personalidad de los menores que pueden causar algunas de estas elecciones. «Prestamos atención a que los juguetes no les hagan daño físico, como si tienen piezas muy pequeñas, y no a esto», ha sentenciado.
«No tiene ningún problema el color rosa ni las cocinitas», ha dicho por su parte Bibiana Medialdea, directora general de Consumo, «el problema es cuando no tienen la oportunidad de elegir nada más». No se trata de culpabilizar a los padres por adquirir estos juguetes, ha puntualizado, «sino de reconocer que es un tema complejo y que todos arrastramos estereotipos de género».
La guía se apoya, entre otros informes, en la XV Encuesta Adecco '¿Qué quieres ser de mayor?' de 2021, en la que se refleja que las aspiraciones de los niños son mayoritariamente ser futbolistas o policías, mientras que las niñas quieren ser profesoras, médicos o peluqueras. «En los niños son actividades que tienen que ver con héroes, mientras que en las niñas tienen que ver con los cuidados a los demás y la belleza, muy parecido que los juguetes con los que juegan», ha apuntado Domínguez.