El colegio de Cartagena que se instaló en la playa para hacer frente al Covid y se convirtió en ejemplo mundial
El viento sopla y barre, sin pudor, los pinceles y los folios. Para la clase de arte, las maestras reparten entre los alumnos papel carbón. El calco convierte leones sin vida en otros repletos de colores: azul, marrón, naranja... Alguno perderá un ojo en el camino de tanto echarle pintura. «¿Cómo se llama esto?», pregunta una alumna a sus compañeras. «Un lienzo», le responde otra. Las maestras rotan en torno a los alumnos, sentados en círculo en la arena, con el mar Menor a escasos metros. Para hacerle frente al viento, han resuelto poner piedrecitas sobre las hojas; mientras, se alza al vuelo una bolsa de plástico que Sandra atrapa en el aire dando un salto. «Los maestros tenemos soluciones... Ver Más