Sánchez se reunirá individualmente con los partidos antes de promover un pacto del que sigue sin desvelar sus objetivos
La reedición de unos nuevos Pactos de La Moncloa sigue siendo un escenario remoto. El Gobierno intenta liderar esa llamada al acuerdo, pese a que su gestión de la crisis ha puesto de manifiesto una actitud unilateral. Así lo ha denunciado la oposición, los presidentes autonómicos pero también aliados del Gobierno como el PNV o ERC.
Los agentes políticos desconfían de la voluntad del Ejecutivo, que solo empezó a defender esta tesis cuando ya corría como propuesta en los medios de comunicación y como demanda en boca de algún dirigente político. Pero el escenario de un acuerdo es ahora mismo casi utópico. Ni siquiera está clara cuándo va a desarrollarse una primera reunión.
Este jueves Pedro Sánchez anunció su vocación de celebrar una primera reunión la próxima semana. Pero hoy, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros extraordinario que ha aprobado la prórroga del estado de alarma hasta el 26 de abril, la portavoz María Jesús Montero ha enmarcado el formato. Según ha dicho que se tratará en primer término de "reuniones individuales" en las que el presidente del Gobierno quiere hablar con todos los líderes políticos.
Pero el Gobierno no aclara tampoco todavía que pretende con estos acuerdos. Todo se queda de momento en las generalidades que apelan a la necesidad de "acordar medidas comunes que permitan proyectar la construcción nacional en el medio plazo". Pero a la vez insiste en criticar a otros grupos: "Algunos siguen con viejas inercias y no son capaces de arrimar el hombro". Los ataques del Gobierno, como los del PSOE, se centran en la figura de Pablo Casado. Que precisamente ha apoyado las prórrogas del estado de alarma al contraio que algunos socios del Ejecutivo.
Pero es que además el Gobierno sigue sin aclarar el objetivo de este pacto. No aclara cuál es la pretensión. Y queda patente que, al menos por ahora, no hay ninguna propuesta por parte del Ejecutivo. Más allá de "escuchar" y esperar "las aportaciones" que puedan hacer los demás. No aclara el Gobierno si pretende que eventuales acuerdos sirvan para importantes reformas pendientes, como la del sistema de financiación autonómica, ni si pretende que sirvan de base para los Presupuestos. La propia Montero ha dicho hoy que no pretenden "condicionar el debate". Y que se busca "aparcar momentáneamente las guerras partidistas", que es como llama el Gobierno a cualquier crítica a su gestión.
"No estamos en fase de desescalada"
Junto a la portavoz del Gobierno ha comparecido el ministro de Sanidad que ha defendido que las medidas adoptadas están dando sus frutos. Pero advirtiendo de que "todavía estamos en una fase de la epidemia importante". En varias ocasiones durante la rueda de prensa insistió en la idea de que no "estamos todavía en fase de desecalada".
Tras caducar el plazo del Real Decreto que implantaba el permiso retribuído, entre el lunes y el martes algunos trabajadores volverán a su puesto de trabajo. Es decir, se vuelve al escenario que se aplicó desde el 14 de marzo. El Gobierno dice no temer que esto pueda derivar en un aumento de los contagios: "Pensamos que son las suficientes para garantizar la seguridad. Y que epidemia seguirá en fase de descenso de la curva".
Y en este sentido anunció que el próximo lunes se van a repartir mascarilla higiénicas en detemrinados puntos, como estaciones de tren, para aquellas personas que se desplazan al centro de trabajo. La protección individual será clave para poder abordar medidas de desescalda, donde Illa ha confirmado que trabajan con "varios escenarios" pero donde insiste en que primará la prudencia: "Haríamos muy mal si después de todo este esfuerzo no actuáramos con mucha prudencia".